Berlín.- Muchos países europeos están considerando volver al uso del carbón para garantizar el suministro de energía luego del desplome de los suministros de gas de Rusia en medio de las sanciones de la Unión Europea contra ese país en semanas recientes.
Alemania, Austria, Polonia, Países Bajos y Grecia están entre las primeras naciones europeas en reabrir centrales eléctricas que funcionan con carbón o tomar medidas para apoyar la energía producida con carbón, lo que subraya la importancia de la seguridad del suministro energético en el próximo invierno.
Esto representa una “vuelta en U” de los esfuerzos de Europa en años recientes para impulsar nuevas fuentes de energía y restringir la generación eléctrica con carbón, con el fin de reducir las emisiones de gas de efecto invernadero y disminuir la proporción de energía derivada del carbón en la mezcla energética.
SITUACIÓN INESPERADA
La Comisión Europea indicó el lunes que «parte de las capacidades de carbón existentes podrían ser utilizadas por más tiempo de lo que inicialmente se esperaba» debido al nuevo panorama energético en Europa.
“Sabemos que la mezcla energética y los planes de los Estados miembros se ajustarán ligeramente debido a que estamos en una situación inesperada”, dijo el portavoz de la comisión, Tim McPhie, en una conferencia de prensa.
El gigante energético de Rusia, Gazprom, redujo recientemente de forma significativa el flujo de gas a través del gasoducto Nord Stream 1 hacia Alemania.
Luego del recorte en el suministro de gas, el Gobierno alemán introdujo el domingo varias medidas para ahorrar energía, las cuales incluyen la reducción del uso de gas para la generación de energía y las actividades industriales, y el llenado de instalaciones de almacenamiento.
“El consumo de gas debe continuar disminuyendo, y debe almacenarse más gas, de otra forma las cosas realmente se complicarán en invierno”, dijo el domingo el ministro de Asuntos Económicos y Protección del Clima de Alemania, Robert Habeck.
La compañía de energía OMV de Austria señaló el lunes que el país se prepara para recibir la mitad del volumen normal de gas natural de Rusia por segundo día. Austria obtiene 80 por ciento de su gas natural de Rusia.
La crisis energética también ha puesto a Grecia en una difícil situación durante su transición a una economía verde.
La producción de carbón ha aumentado en la mayor mina de carbón de Grecia cerca de la ciudad norteña de Kozani.
Al inaugurar una nueva instalación solar en el norte de Grecia en abril, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, anunció un aumento de 50 por ciento en la producción de lignito hasta el 2024 para reforzar las reservas. Los planes para cerrar más estaciones eléctricas a base de carbón fueron suspendidos.
“Sin duda, durante los dos años próximos, tendría sentido aumentar la generación de energía con carbón, incrementando su extracción en un 50 por ciento, de modo que reduzcamos la dependencia del gas a corto plazo”, dijo Mitsotakis.
¿MEDIDAS TEMPORALES?
El conflicto ruso-ucraniano obligó a muchas naciones europeas a reconsiderar sus suministros energéticos. Insistieron en que la «marcha atrás» de la política energética y las medidas son efímeras y ayudarán a evitar la escasez de gas en el próximo invierno.
El Gobierno alemán dijo que las centrales eléctricas que funcionan con gas fueron sustituidas por las que funcionan con carbón para la generación de electricidad, con el fin de reducir el consumo de gas, al tiempo que insistió en que el sorpresivo giro de 180 grados en la política energética no significa una retirada del plan de salida del carbón.
Antes del conflicto, la alianza gubernamental alemana había decidido incluso adelantar la eliminación del carbón, “idealmente” de 2038 a 2030.
En el primer trimestre del año, el carbón siguió siendo la fuente de energía más importante de Alemania, constituyendo 31.5 por ciento de la producción total de electricidad.
El Gobierno neerlandés también dio luz verde a las centrales eléctricas que funcionan con carbón, que podrán funcionar a plena potencia hasta 2024.
Al aumentar la producción de carbón, el Gobierno espera ahorrar 2.300 millones de metros cúbicos de gas al año.
Por otra parte, Austria anunció el domingo que reabrirá una central eléctrica de carbón inactiva para enfrentar la potencial escasez de energía debido a la reducción del suministro de gas natural procedente de Rusia.
El Gobierno austriaco dijo que trabajará con el proveedor de electricidad Verbund Group para reactivar la planta en la ciudad sureña de Mellach.
Además, Polonia, uno de los países más dependientes del carbón en la Unión Europea, ha anunciado medidas para subsidiar el carbón para los hogares y las cooperativas de viviendas en medio de la escasez de carbón y los crecientes precios.
Alrededor de 70 por ciento de la electricidad de Polonia procede del carbón, por mucho la proporción más alta de la Unión Europea. Un tercio de los hogares polacos utilizan carbón para calentar sus viviendas.
Bajo las propuestas del Gobierno polaco, los consumidores podrán comprar hasta tres toneladas de carbón a alrededor de mil zlotys (227 dólares) por tonelada, mientras que el precio de mercado puede alcanzar hasta 3 mil zlotys (681 dólares) por tonelada, en gran parte debido a la prohibición de las importaciones de carbón ruso impuesta por el país en abril. (XINHUA)
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