CLAVE DE FA  

¿Por qué ganó Gustavo Petro?

Después del resultado de la primera vuelta, Gustavo Petro tenía un escenario muy complicado para ganar la segunda vuelta, pero lo logró. El exguerrillero y exalcalde de Bogotá será el primer presidente colombiano de izquierda. La pregunta es ¿cómo lo hizo? Hay varias razones que explican el triunfo sobre Rodolfo Hernández.

La primera es que Petro logró arrebatarle el concepto de cambio a su oponente a través del idealismo. Ambos pasaron a la segunda vuelta porque se vendieron como candidatos antisistema, pero en esta etapa, Petro propuso un cambio más aventurado, es decir el “país ideal”, mientras que Hernández hablaba de un cambio más acotado, es decir, un “país que funcione”.

Desde el punto de vista de las emociones, Petro se centró en la esperanza, mientras que Hernández basó su campaña en el miedo. Sin embargo, Petro fue capaz de comunicar certidumbre sobre el futuro y la estabilidad económica especialmente a la clase media, uno de los sectores cruciales en su victoria. Y además, los esfuerzos de Hernández por vincular a Petro con los políticos del sistema, no fue del todo efectiva.

Por otro lado, Hernández recibió el apoyo de Fico Gutiérrez, quien era percibido como la continuidad de Iván Duque. Y aunque capitalizó el 90% de los votos de Gutiérrez, ese respaldo también alienó a cierto sector de la población que no había votado en la primera vuelta y lo hizo en la segunda por Petro. De hecho, sorprendentemente la participación se incrementó del casi 55% en la primera vuelta al 58% en la segunda, lo cual favoreció a Petro. Adicionalmente, Petro logró atraer gran parte de los votos de Fajardo, que si bien no eran muchos, un 4% en la primera vuelta, esto le dio un empujón extra.

¿Qué viene ahora para Petro? Lo feo de haber ganado: tener que gobernar un país dividido. La regla número uno de la gobernabilidad es que cuando uno gana el poder no lo gana completo, sino una fracción de éste. Para ponerlo en contexto, Petro gana la segunda vuelta por poco más de 3%, lo cual es suficiente para que no haya problemas postelectorales, pero solamente el 50% de los electores le dio su confianza.

El reto es conquistar al otro 50% que no votó por él. Y si a eso le sumamos la gran expectativa que creo en campaña, va a ser difícil llenarle el ojo a quienes prefirieron otra opción, votaron en blanco y simplemente se abstuvieron.

Por eso se dice que el gobierno es una campaña permanente y que la manera en la que se hacen promesas de campaña es como el ganador se ata la soga al cuello cuando llega al gobierno. Pero para Petro no había otra forma de ganar, más que creando esa gran expectativa de cambio. Veremos si es capaz de cumplir.

 

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael

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El Heraldo de Saltillo
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