A LA BÁSCULA

Las ‘nuevas’ elecciones 

En los tiempos del partidazo cada elección, federal, intermedia o presidencial eran algo así como que ‘pan con lo mismo’, daba igual quiénes fueran los candidatos y a qué puestos, porque siempre ganaba el PRI, y hasta en algún momento se acuñó la frase de ‘a ver gánale al PRI’. Las elecciones eran siempre lo mismo, no incentivaban al elector a ir a la urna, por el contrario, le invitaba a abstenerse, el día de las votaciones era solo para cumplir un capítulo más de una historia ya resuelta, ya terminada, ya definida: ‘Total, siempre gana el PRI’. El gobierno era juez y parte, era el que organizaba y sancionaba las elecciones.

En los años recientes el panorama político en nuestro país ha dado un vuelco que ha llevado a Morena, el partido del Presidente, que hasta antes de las elecciones no tenía ninguna gubernatura ahora domina en 20 de las 32 entidades federativas. Y el ex partidazo solamente tiene en su poder Coahuila y el Estado de México, casualmente las dos únicas entidades en las que habrá elecciones el año entrante, para renovar la gubernatura. Y, aunque en alianza, ha logrado recuperar Durango con Esteban Villegas Villarreal.

En la más reciente elección, la del 5 de junio pasado, Morena no gobernaba en ninguno de los seis estados donde hubo elección para gobernador, y logró sumar cuatro más, tres de las cuales le arrebató al PRI y una más al PAN. En estos momentos, el tricolor tiene el mismo número de gubernaturas que el partido emergente, Movimiento Ciudadano, que tiene en su poder dos de los estados más fuertes económicamente hablando: Nuevo León y Jalisco.

Es cierto, Morena es el partido con mayor crecimiento en un lapso muy corto, y al menos partidistamente, parece que les ha hecho caer en una enorme soberbia que podría a llevarles a perder terreno con la misma rapidez que las han ganado. En las más recientes elecciones, así como a las que se avecinan en 2023 y hasta para la presidencial, se anuncian las encuestas como método para elegir a sus candidatos.

Pero uno se pregunta, para que pierden el tiempo con las encuestas si internamente son los primeros en no respetarlas, como ocurrió en Oaxaca, y en Durango más visible y ostentosamente. Pero los votantes duranguenses dieron una muestra de rechazo a las imposiciones. Me atrevería de adelantar que, si se realizara una encuesta para la presidencia, y verdaderamente se respetara ésta, el candidato sería el zacatecano Ricardo Monreal.

Y si en Coahuila y el Estado de México realizan encuestas para no respetarlas, les podría salir el tiro por la culata, porque además la toma de decisiones se da como si todos los estados fueron iguales, como si el comportamiento de los electores en cada entidad fuera el mismo.

Y no, ahora las elecciones a diferencia de los años del ‘partidazo’, aporta las condiciones, la problemática, las necesidades de cada estado. Es decir, no se puede tratar a los electores del Edomex y Coahuila, como lo hicieron con los de Oaxaca o Quintana Roo.

En Coahuila y particularmente en La Laguna en su colindancia con Durango, se valora de manera importante los niveles de seguridad que se tienen, que si bien no son los más deseables, se han logrado pacificar, en relación con los años de la gran violencia en la Comarca, y a nivel regional no se quiere poner en riesgo algo que se conquistó con un gran esfuerzo de parte de los gobiernos de los dos estados, pero también sobretodo con una gran participación valiente y decidida de los ciudadanos.

Nuestra región ha sido presumida en varias veces por dos presidentes de la República de diferentes partidos, como una zona en la que se logró bajar sensiblemente los niveles de violencia, e incluso mencionada como ejemplo para replicar el esquema de Mando Único en otras regiones o estados del país donde la violencia se mantiene incontrolable ¿Por qué no lo han hecho? Eso solo lo saben las autoridades federales.

Por ello si Morena aspira a mantener su crecimiento, al menos en Coahuila tendría que realizar un trabajo fino, lo cual se ve sumamente complicado, porque su ADN tiene un poco-o quizá hasta un mucho- de caníbales, donde los grupos se comen entre sí, y las diferencias entre grupos locales se dirimen ‘a muerte’.

Por cierto, el fin de semana pasado la ‘corcholata’ presidencial para Coahuila, Ricardo Mejía Berdeja, estuvo en Torreón, y quiso pasar inadvertido, pero su numeroso aparato de seguridad es un imán que atrae la mirada de la gente. Quiere volver como el hijo pródigo, pero tiene un gran desarraigo entre los coahuilenses, y si quiere ser candidato, le espera un arduo trabajo.

 

laotraplana@gmail.com

 

@JulianParraIba

Autor

Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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