OPINIÓN

A LA BÁSCULA

Por

13 junio, 2022

Con los pies en la tierra

El gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís fue muy claro la mañana de este lunes en su posición y aspiraciones: dijo que ni tiene aspiraciones que puedan interrumpir o truncar el trabajo que viene realizando como mandatario coahuilense, ni tampoco anda buscando ni acepta embajadas.

Lo anterior puntualiza que ni va a dejar su cargo de gobernador, ni entrará en arreglos por debajo de la mesa, para entregar la entidad al morenismo que sin mayor empacho ofertó previo a las elecciones del pasado 5 de junio, que aquellos mandatarios que facilitaran la llegada de Morena al poder en sus respetivos estados, serían premiados con una embajada, como ya ocurrió con Quirino Ordaz en España.

Riquelme Solís no tiene ninguna necesidad de entrar ni en uno ni en otro terreno, es decir, no tiene por qué dejar inconcluso su mandato, porque los tiempos están en su favor para terminar su administración en noviembre de 2023, y si logra entregar buenas cuentas a su partido, entonces tendrá la sartén por el mango para elegir cuál es el camino que quiere seguir.

Me explico: tras el fin de su mandato, casi en la puerta de salida se encontrará con el inicio del proceso para la elección del candidato del PRI o la Alianza a la Presidencia de la República para la elección de 2024, para lo cual su partido deberá contar con dos piezas importantísimas, un presidente nacional de a de veras, que tenga las suficientes cartas credenciales que le avalen y le den la calidad para enfrentar a sus opositores sin tener que andar arrastrando historiales llenos de corrupción; y, un candidato firme para ir en pos de la Presidencia.

Y además, el lagunero es lo suficientemente inteligente y prudente –según dijo, para no andar abonando a los momentos por los cuales está pasando su partido, de forma negativa—. Esto es que no tiene la menor intención de meter un solo dedo en lo que se dirime la situación del actual presidente del PRI a nivel nacional, luego de que Alejandro Moreno no solamente se ha convertido en el presidente partidista más perdedor de la historia, sino que está metido hasta el cuello en situaciones de corrupción y mal gobierno, por lo que cada vez son más numerosas las voces que se alzan, y por lógica natural debiera de darse su salida del partido.

‘Alito’ ingenuamente, se ha venido auto promoviendo para ser el candidato presidencial de su partido, y otro más que ya levantó la mano es Alejandro Murat, el gobernador que acaba de perder su estado y es uno de los más cercanos al Presidente.

Si Miguel Ángel Riquelme Solís logra sacar como se ve muy probable que lo logre, la elección en Coahuila, y con los indicadores con los que ha venido manteniendo a nuestra entidad, en productividad, en generación de empleos directos, los niveles de aceptación que tiene entre sus gobernados y el reconocimiento en el resto del país, lo colocaría en una posición en la que una vez terminado su mandato, quiera elegir: convertirse en el líder de su partido o hasta en el candidato del mismo, de cara a la elección presidencial de 2024. Los tiempos están en su favor, los astros están alineados a su favor y además, el trabajo todo lo vence.

En calidad de mientras su posición fijada este lunes en Torreón, de que su reto es cumplir con todo lo que se comprometió con la sociedad coahuilense, y que tiene los pies bien puestos sobre la tierra, que quiere terminar -y bien- la encomienda que la sociedad le confirió, le abonan todavía más de manera positiva para lo que venga en el futuro y él quiera elegir. A la gente le ha caído bien esa expresión y le crece el reconocimiento a su trabajo como mandatario.

Pero el hecho de esperar los tiempos, no significa que no tenga aspiraciones, pero no es el momento de desbocarse porque le falta la última estrella por conquistar antes que empezar a mediatizar sus ambiciones: conservar la gubernatura de Coahuila para su estado.

Si lo logra, una vez que entregue el poder, entonces ya veremos cuál es el camino que Miguel Ángel Riquelme ha decidido emprender. Pero de que lo vamos a ver compitiendo en las grandes ligas, lo vamos a ver. Su trabajo lo avala. Ya en su fueron interior y en su momento revelará lo que decida emprender, de acuerdo a como se encuentren las circunstancias en su momento.

Al tiempo si no.

laotraplana@gmail.com

@JulianParraIba

Autor

Julian Parra Ibarra: Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.