Criterios ESG
El cambio climático es una realidad. El impacto que está generando en nuestro día a día cada vez se presenta de maneras inexplicables, como en el clima, por ejemplo. Y es que no me dejarán mentir, pero año con año el comentario de que nunca se había sentido tanto calor como el que al día de hoy, al momento de escribir, y que usted lee, estas líneas, se siente. Una cosa bárbara que solo se puede interpretar como una manifestación del mal uso y descuido que le hemos dado al planeta por múltiples generaciones.
Por décadas, el tema que comento ha sido protagonista en todo tipo de agendas mundiales, que pretenden mitigar el impacto que como humanidad, particular y en grupo, ocasionamos con nuestras actividades cotidianas para generar, o meramente disfrutar, de los elementos que nos permiten llevar un estilo de vida.
Sin duda, lo que limita a que exista una verdadera reducción, o por lo menos notable, en el gasto, consumo y proliferación de factores que alimentan al efecto invernadero, es la falta de estímulos, o como tal, obligaciones para los gobiernos y la sociedad civil organizada, a fin de que sí o sí, tengamos que aplicar las medidas conducentes para reducir dicho efecto.
Pues bien, en una investigación paralela a lo que ocasionalmente aquí le presento, querido lector, me he encontrado con que sí existen estímulos y/o obligaciones reales y que verdaderamente contienen un fondo para beneficio de la problemática en mención y, lo más sorprendente, es que dichos comentarios se encuentran dirigidos a un terreno donde pocos se lo imaginarían, y es el campo del mercado de valores. Me explico.
Durante varias décadas ha existido el concepto de inversión sostenible o responsable. Dicho concepto se refiere a que en el mundo de las inversiones debe permear la ética y la responsabilidad sobre donde se decida depositar el capital con la intención de obtener beneficios gracias a ese movimiento.
Acuñados por la Organización de las Naciones Unidas, los Principios para la Inversión Responsable en su momento llegaron para quedarse y actualmente la presencia de estos es fundamental para nuestros planes a mediano y largo plazo. (Solo como dato, sus siglas en inglés son PRI, pero prefiero el desgaste articular por el movimiento de dedos a que se genere confusión y se le cuelguen medallas a quien no).
Dentro de dichos principios, se encuentra uno en particular que empata con lo comentado al inicio y ha evolucionado de manera positiva para darle vida a lo que hoy se conoce como Criterios ESG que, aunque en inglés, se refieren a que una inversión responsable debe de cumplir con criterios ambientales (environmental), sociales (social) y de gobernanza corporativa (governance).
Por lo que se refiere al primero, trata de que quien lleve a cabo el manejo de capital, ya sea un particular o una empresa, tome en cuenta cómo afectan las actividades de las empresas en las que se pretende invertir en el medio ambiente.
En cuanto al segundo, el inversionista debe tener en cuenta la repercusión que tienen en la comunidad las actividades desempeñadas por la compañía, como pudiera ser en términos de diversidad, derechos humanos o cuidados sanitarios.
Por último, el factor de gobierno corporativo, se refiere al impacto que se tiene sobre los accionistas y la administración, reflejada en cuestiones como la estructura de los consejos de administración, los derechos de los accionistas, la transparencia, entre otros.
Como a la hora de querer encender una fogata en la montaña, y mejor pensarlo dos veces, la promoción para que criterios sean aplicados a la hora de realizar una inversión, es cada vez mayor y se ha generado toda una cultura en el mundo financiero en torno a ellos. Desde importantes fondos de inversión de capital privado, hasta entes administrativos, como el Sistema de Ahorro para el Retiro, están haciendo obligatorio para las empresas que requieran inyección de capital, la utilización de estos criterios a fin de llevar a cabo una relación donde se obtengan ganancias para todos, incluso para los que parecieran no estar dentro de la ecuación.
En fin, lo que se trata de señalar con esta opinión, querido lector, es lograr la realización de que la búsqueda por un mejor ambiente y la lucha contra la mejora ecológica, se pelea desde múltiples trincheras y que dándonos cuenta de ello, se puedan comprender el por qué de ciertas decisiones a nivel corporativo y de gobierno, y tener mayores bases para dirigir nuestro criterio hacia si están bien, o si están mal.
Reciban un saludo, muchas gracias.
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