OPINIÓN

COMO DECÍA MI ABUELA

Por

30 marzo, 2022

Entre broma y broma…

En alguna de las vacaciones, que ya les he referido bastante, una de mis primas, mi hermana y yo, nos dimos a la tarea de hacer nuestras adaptaciones de los hits del verano y canciones clásicas, usando como personajes principales a los demás miembros de la familia. Escribimos, cantamos y hasta coreografiamos las melodías, y luego las presentamos al resto de los familiares. Mientras lo hacíamos, notamos que no fueron tan bien recibidas como esperábamos mientras nos divertíamos haciéndolas, a lo cual mi abuela reaccionó con un dicho que solía mencionar a menudo, “entre broma y broma, la verdad se asoma”, y nos quedó un sabor agridulce.

La ceremonia de los premios Oscar del 2022 se ha colocado en redes sociales como tendencia, no por los ganadores, sino por las bromas realizadas por sus presentadores, como la que lanzaron Amy Schumer, Regina Hall y Wanda Sykes al inicio del show en la que dijeron que, la academia tenía tres mujeres como presentadoras este año, porque es más barato que contratar a un hombre, evidenciando la brecha salarial que es indiscutiblemente un tema pendiente en la agenda desde el inicio del feminismo y la conquista de los derechos laborales de las mujeres. En su intervención como presentadora, Amy Schumer luego habló de Leonardo Dicaprio, de quien dijo: “está haciendo grandes esfuerzos por combatir el cambio climático, para dejar un mundo más verde y limpio para sus novias, porque él es mayor y ellas más jóvenes”, poniendo en el ojo del huracán una vez más al actor y desatando de nuevo la polémica respecto a la diferencia de edad en las relaciones y las desigualdades que esto pudiera implicar.

Como señala la escritora española, Coral Herrera, “el humor es político” cuando se ha utilizado para tirar hacia arriba o desde la crítica social, generar consciencia de las cosas que no están bien y que debemos traer a debate, tal y como lo hicieron las presentadoras en los ejemplos anteriores, pero también es político cuando nos indica aquello que la sociedad normaliza, contribuyendo a perpetuar estereotipos y disfrazando de “bromas” acciones que en otro contexto, se pueden identificar claramente como violencia.

Tal es el caso de las bromas realizadas a Jason Momoa y Josh Brolin por la actriz Regina Hall, quien luego de decirles “que les realizaría un test rápido para el covid-19” procedió a pasar sus manos por el cuerpo de ambos, manoseándolos y provocando la risa de los presentes. En otro contexto, el acto se consideraría acoso y abuso sexual de primera mano, pero como pasó frente a las cámaras, en el escenario de los premios de la academia, fue recibido sólo como un chiste incómodo para los actores. Si Regina Hall intentó hacer sátira con esto, no lo sé, quizá quería mostrarle a los hombres lo incómodas que nos sentimos las mujeres cuando se nos cosifica, acosa y violenta, si esa era su intención, creo que, a juzgar por su expresión, Momoa lo entendió perfectamente. Sin embargo, muchos de los espectadores sólo rieron y pasaron de largo esta conversación.

De lo que más se ha hablado, es del golpe que le asestó Will Smith a Chris Rock, luego de la broma que éste hiciera de su esposa Jada aludiendo a su pérdida de cabello. Como se suele reaccionar a este tipo de actos le sucedieron los memes, comparando a Will Smith con los “clásicos” de Bátman abofeteando a Robin o con el momento en que Eduardo Yañez abofeteó a un reportero. Estas reacciones, muestran que parte de la sociedad normaliza tanto la violencia que le parece chistoso o incluso un acto de justicia ante el bully que se tenía bien merecido el castigo.

Sin embargo, pareciera que Chris al ser golpeado, se convirtió en la victima del suceso ¿y qué pasa con la violencia estética ejercida sobre Jada Smith?, porque al convertirla en el centro de su broma por su aspecto físico, Rock ejerció violencia sobre Jada y basta con ver la reacción de ella, para darnos cuenta de que le causó daño. ¿Hasta cuándo seguiremos perpetuando estereotipos de belleza de las mujeres? ¿Vamos a permitir que cualquier persona emita juicios y opiniones no pedidas sobre los cuerpos ajenos?

Como decía mi abuela, “entre broma y broma, la verdad se asoma” y la ceremonia del Óscar 2022 nos muestra que, aunque hemos avanzado como sociedad, todavía nos queda mucho por analizar y aprender.