Coahuila pasa a semáforo verde en creación de empleos
Tras analizar los principales efectos de la crisis económica y las respuestas del gobierno estatal, se puede apreciar que, respecto a la recuperación de los empleos perdidos durante el 2020, Coahuila pasó a semáforo verde desde el 2021, y así se mantiene hasta la fecha.
Luego de una pérdida de más de 19 mil ocupaciones en 2020, se tenía la incertidumbre si en 2021, aún sin terminar la pandemia y, por lo tanto, vigentes algunas de las restricciones aplicadas a las actividades productivas, se lograría recuperar el nivel de empleo observado antes de aquel año cuando el impacto de la crisis mundial se sintió con fuerza en Coahuila.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reportó que en 2021 se generaron 32 mil 009 ocupaciones formales en la entidad, por lo que Coahuila no sólo logró recuperar los empleos desaparecidos durante los dos años anteriores (3 mil 021 en 2019 y 19 mil 050 en 2021), también consiguió superar la meta de 29 mil 200 ocupaciones fijada por “México, ¿cómo vamos?”
De ahí que este organismo nacional perteneciente a la sociedad civil, ubicara a Coahuila en semáforo verde en el indicador Generación de Empleos formales reportados por el IMSS en 2021.
Lo anterior no es asunto menor si consideramos que sólo ocho de las 32 entidades lograron superar sus respectivas metas al grado de ubicarse en semáforo verde, cuatro de ellas situadas al norte del país (Baja California, Baja California Sur, Coahuila y Nuevo León).
Otra buena noticia es que al cierre de febrero de 2022, según datos ofrecidos por el gobernador Miguel Riquelme Solís, Coahuila generó más de 18 mil nuevos empleos formales. Este crecimiento se presenta, por decirlo menos, como un indicador alentador, no sólo porque el estado se posiciona dentro de las ocho entidades con mayor tasa de recuperación del mercado laboral, sino que también logró superar, en dos meses, las 10 mil 733 ocupaciones creadas durante el primer trimestre de 2021.
Esto significa que, para Coahuila, la tendencia en la creación de empleos es ascendente, lo cual implica una gran oportunidad para salir rápidamente de la turbulencia económica provocada por el COVID-19, lo mismo que enfrentar las consecuencias económicas que pudiera traer la invasión de Rusia a Ucrania, entre ellas las derivadas de los efectos inflacionarios en los energéticos y el incremento en los costos de algunas otras mercancías e insumos necesarios para la actividad industrial del estado.
Coincido plenamente con el inglés Guy Ryder, Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cuando afirma que “No puede haber una verdadera recuperación de esta pandemia sin una amplia recuperación del mercado de trabajo”.
La creación de fuentes de trabajo es un reflejo de que la economía crece y de que las inversiones productivas están llegando a Coahuila. La reducción de la informalidad y la pobreza laboral, la recuperación de los ingresos y la reactivación del mercado local son algunos de los efectos positivos que se esperan producto de la tendencia creciente en plazas laborales registradas ante el IMSS.
Por lo tanto, me aventuro a equiparar las políticas estatales de empleo con las maniobras de nivelación que debe de realizar un piloto al pasar a través de una fuerte turbulencia. Se dice que estabilizar y mantener el control de la nave antes que elevarla o cambiar de rumbo es lo más seguro y recomendable.
Luego entonces, considero que el Gobierno de Coahuila deberá continuar fortaleciendo las políticas para incentivar el empleo y la atracción de inversiones antes que pensar en un cambio de rumbo o en una transformación de la economía local.
No obstante, la estrategia deberá hacerse acompañar de políticas de apoyo para la reactivación económica del sector servicios y de los pequeños y micro negocios.
Como ya lo he dicho en otras ocasiones, ambos sectores son fuente inagotable de empleos, por lo que, además de la atracción de inversiones para la industria automotriz, los diseñadores de políticas tendrán que poner mayor atención en los servicios turísticos, comercio, entre otros y, al mismo tiempo, relanzar el programa de Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) que lleva la Secretaría de Economía estatal.
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