UNA TAZA Y DOS DE CULTURA

 

¿Nada es lo que parece?

Como suele suceder la realidad superó la ficción. Atrás quedaron las caras de asombro que teníamos frente a la pantalla al ver películas como “La gran estafa” en donde un grupo de ladrones profesionales nos mantenían al filo de la butaca demostrando su gran habilidad con un “twist” en su desarrollado plan.

También ya pasaron “Los ilusionistas” que con su agilidad mental, ojos y manos demostraban que perdemos de vista los pequeños detalles, permitiendo que ellos luzcan en el escenario y claro, se lleven las respectivas carteras.

Si hablamos de películas de estafas y robos la lista es grande. Desde las que mezclan comedia como “Maestras engaño”, con crítica social como “Descuida, yo te cuido”, las que tocan temas actuales como “Ladrona de identidad”, basados en hechos reales como “Atrápame si puedes” o clásicas del cine como “El golpe”.

Lo de hoy es ver como las personas utilizan las plataformas como Tinder, Facebook, entre otras para hacerse de dinero o que se les facilite el flujo de dinero para hacerse de un modo de vida de lujos y brillo. Tal es el ejemplo de las últimas entregas de la plataforma de la gran N, que ha sido de gran aceptación en redes sociales, claro con sus respectivos memes.

Primero está “El estafador de Tinder”. El nombre de Simon Leviev se ha dado a conocer a través del mundo gracias al éxito del documental de Netflix dirigido por Felicity Morris. Por cierto  el joven, cuyo nombre real es Shimon Hayut, decidió hablar al respecto y negó que fuera un monstruo o que alguna vez le pidiera dinero a las mujeres que conoció a través de la aplicación de citas, ¡Peroooo! Ahora han salido más testimonios y pruebas, además que la familia Leviev lo demandó por usurpación de identidad y manchar su apellido. No voy a spoilear más.

Por otro lado esta “Inventando a Anna”. Donde se nos presenta la falsa heredera Anna Delvey, o Anna Sorokin, es la base del nuevo drama de Netflix de Shonda Rhimes, a quién hemos visto realizar ya trabajos de thriller psicológico como “How to Get Away with Murder”.

Productos entretenidos, para pasar el rato, comer unas deliciosas palomitas, pero también invitan a la reflexión, así como algunos dicen “Vaya, que admirable todo lo que logró estafando” que es un tanto retorcido, pero más de uno lo pensó, también está el ¿Qué estamos haciendo como sociedad? ¿Qué empuja a los seres humanos a realizar este tipo de estafas? y ¿Por qué en lugar de reflexionar y tratar no repetir patrones los buscamos en redes y los tratamos hasta de imitar?

 

Autor

Sergio Arévalo