El covid-19 detuvo al mundo, durante un año esta pandemia hizo que millones de personas en todo el planeta tierra se detuvieran, las personas dejaron de trabajar, los animales comenzaron a volver a las carreteras y a recorrer todos los caminos existentes como lo hacían libremente hace millones de años, antes de que los humanos industrializaran y sobrepoblaran el planeta.
Las escorts se vieron afectadas también como cualquier otro sector, pero siendo este el más vulnerado, ya que estas mujeres, tienen como único sustento estos encuentros y acompañamientos sexuales como una entrada de dinero para poder sobrevivir ellos y sus familias ya que la mayoría de las “Kines” son madres solteras y siempre hay personas que dependen de ellas.
Las escorts entran al mundo de negociar favores sexuales a cambio de dinero por una pandemia más grande incluso que el covid-19, el hambre. Esto hace que estas mujeres tengan que hacer todo lo que pueden para poder sustentarse y no morir de hambre como millones de personas al día lo hacen.
Las escorts tienen un fin de acompañamiento, unas sexuales y otras simplemente de acompañamiento ocasional que necesariamente no tiene que terminar en sexo. Este tipo de servicios se da una manera física y al existir el virus, ya muchas personas tienen miedo de salir a la calle y poder contagiarse.
«Kinesiólogas» en Lima y la batalla por sobrevivir durante la pandemia
La más grande población de escorts está en Lima y durante la pandemia, mientras todo estaba encerrado y los encuentros sexuales pasan a un segundo plano debido al confinamiento y a la salud de cada una de las personas que contrataban este servicio, las escorts en Lima pasaban hambre día tras día.
El sexo y el contratar este tipo de servicios es una necesidad, mucho más durante esta pandemia que la ansiedad y el estrés están siendo un problema aún más grande para la salud pública, siendo el sexo el encargado de liberar las hormonas del placer y así aliviar el estrés y también como punto importante, disminuir la ansiedad.
Las Kinesiólogas en Lima comenzaron a implementar medidas de sanidad para poder volver a ofrecer este servicio y que los clientes se sientan seguros al momento de poder contratarlas.
La estrategia principal es el uso de mascarillas que cubrían toda la cara para así no compartir saliva y disfrutar del sexo sin necesidad de besarse, la siguiente estrategia tenía que ver directamente con el aseo personal y siempre estar bañadas antes y después de prestar el servicio, las escorts hicieron hasta lo imposible por seguir la normativa de la salud pública y así poder seguir trabajando.
Estas mujeres lograron hacer de todo para no quedarse fuera del negocio y lo lograron, incluso usando la virtualidad con shows en línea atrayendo espectadores de todo el mundo mediante los servicios webcam y así logrando poder seguir ejerciendo lo que muchas mujeres hacen por necesidad o porque simplemente aman hacerlo.
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