Los síntomas que se asocian con ómicron y cómo actuar ante un posible caso

 (Xinhua/Quetzalli Blanco) 

Ciudad de México.- México enfrenta la ‘cuarta ola’ de casos COVID en medio de la alerta mundial por la variante ómicron, que se caracteriza por contagiarse con más rapidez y desarrollarse en las partes superiores del tracto respiratorio, la nariz, faringe y laringe.

Animal Político publicó que la variante B.1.1.529 mejor conocida como ómicron se detectó a finales de noviembre de 2021 en Sudáfrica y Estados Unidos registró su primer caso el 1 de diciembre; dos días después, la Secretaria de Salud también confirmó su presencia en territorio mexicano.

Especialistas como el doctor Antonio Lazcano sostienen que todavía es muy pronto para sacar conclusiones sobre ómicron y si cambiará el rumbo de la pandemia.

Aunque ya se cuenta con nociones preliminares sobre su comportamiento y síntomas, y hasta ahora las vacunas siguen mostrándose como una protección efectiva para evitar casos graves:

¿Cómo se comporta el virus en nuestro cuerpo?

Es importante recordar que aunque hablamos de una nueva variante, eso no significa que nos enfrentemos a un nuevo virus.

En esencia se sigue tratando del coronavirus causante de la COVID-19; una enfermedad que, como sabemos, se contagia principalmente a partir de las partículas virales que una persona infectada escupe al hablar, toser o estornudar.

El doctor Antonio Lazcano, especialista en biología evolutiva y académico de la UNAM, explicó a Animal Político que los virus mutan de manera natural y al hacerlo se van acumulando errores que crean características diferentes.

En este caso, las mutaciones en la variante B.1.1.529 facilitan la entrada del virus a las células, lo que hace que nos enfermemos con mayor facilidad.

La información preliminar disponible indica que el virus no se replica en los pulmones —como encontró en un estudio publicado en la revista bioRxiv— sino que se reproduce en las  partes superiores del tracto respiratorio, como sugiere este artículo de la Universidad de Universidad de Hong Kong que aún se encuentra en revisión.

Al estar en una zona superior de nuestro cuerpo,  las partículas virales serían arrojadas más rápido que si estuvieran en una zona más profunda de nuestro tracto respiratorio.

Eso provoca una mayor transmisibilidad, pero una gravedad menor, según la información disponible.

La gran diferencia de ómicron respecto a las otras variantes de preocupación es que tiene 32 mutaciones en la zona del spike o la proteína S, que permite que el virus entre a nuestras células.

Estudios preliminares, como este realizado en Sudáfrica, sugieren que esta variante conlleva un menor riesgo de hospitalización en comparación con otras variantes.

En Inglaterra, otro grupo de científicos también encontró evidencia de una reducción en el riesgo de hospitalización por ómicron en relación con las infecciones causadas por delta.

Respecto al comportamiento de ómicron, el gobierno sudafricano informó hace unos días que la cuarta ola de coronavirus por esta variante “haya quizás alcanzado su punto máximo” sin un aumento significativo de hospitalizaciones y muertes.

Medios internacionales como BBC reportaron que, de hecho, durante la semana de la Navidad hubo un decrecimiento en los contagios del 30%, cuando se pasó de 128 mil infecciones registradas a  90 mil. Un crecimiento y una baja igual de abrupta en los casos.

Lazcano lamenta que en México no se tengan estudios tan exhaustivos y amplios respecto a qué tanto ha penetrado o desplazado omicrón a las otras variantes, aunque las autoridades en el país han ido informando sobre la confirmación de más casos y el alto nivel de transmisión.

Síntomas más leves y parecidos a una gripe

Tos, fiebre y ausencia de olfato o sabor son los tres síntomas principales que desde hace dos años las personas asociamos a COVID-19.

Pero de acuerdo con el estudio ZOE Covid King´s College de Londres, los principales malestares que provoca la variante ómicron son más parecidos a una gripe común.

Aunque todavía se sigue investigando, los cinco principales síntomas asociados a ómicron detectados por este grupo de científicos en Reino Unidos son: nariz que moquea, dolor de cabeza, cansancio, estornudos y dolor de garganta.

Esto se sabe porque los científicos de ZOE analizaron los datos de síntomas de los casos positivos registrados en el estudio ZOE COVID, y los compararon con los datos de principios de octubre, cuando Delta era dominante.

Este análisis encontró que sólo el 50% de las personas experimentaron los tres síntomas clásicos de fiebre, tos o pérdida del sentido del olfato o el gusto, y aun así eran positivos a COVID.

En México, la secretaría de Salud de la Ciudad de México advirtió la semana pasada que “los datos clínicos como la alteración del gusto y la alteración del olfato ya no están presentes en los nuevos casos que se han documentado en el mundo de ómicron”.

Por lo que Oliva López Arellano, titular de Salud local, pidió a la población estar más alerta de otros síntomas, como el dolor de garganta o el flujo nasal.

Si es “menos grave” entonces ¿por qué nos preocupa?

Los científicos de ZOE advierten que aunque se percibe menos gravedad sigue siendo un virus causante de una enfermedad, que en ciertos casos sí podría ser letal o causar secuelas que afecten la calidad de vida de quien la padeció,  por lo que la sintomatología similar a un resfriado no debería hacernos bajar la guardia.

El doctor Lazcano  coincide en este punto, pues aunque ómicron puede causar síntomas menos graves su alto grado de contagio puede llegar a saturar los servicios de salud.

“Sabemos que ómicron es estadísticamente hablando, en promedio, menos dañino; pero si hay muchas personas que enferman de ómicron el porcentaje de ellas que terminan en el hospital pueden saturar al hospital mismo. No es que ómicron sea una bendición”, señaló.

Otro aspecto a destacar es la posibilidad de que el número de personas que sufren Covid largo o sufran secuelas a largo plazo se incrementen.

Aunque el académico de la UNAM  reconoce que todavía no se sabe a ciencia cierta qué tipo de secuelas puede provocar esta variante, es una posibilidad que no se debe perder de vista.

Entonces, ¿qué hacemos?

Los científicos de ZOE COVID destacan que lo primero es reconocer todos los posibles síntomas de ómicron, hacerse la prueba y aislarse en caso de salir positivo.

Agrega que si se vive en un lugar con alta tasa de infección, lo mejor es considerar quedarse en casa y disminuir el contacto social. Además de seguir usando el cubrebocas en lugares concurridos.

A decir de Antonio Lazcano, aunque ha habido mutaciones que cambian el genoma del virus original que comenzó la pandemia hace 2 años, “no hay variante que logre atravesar un cubrebocas adecuado bien colocado, no hay variante del SARS-CoV-2 que resista el jabón a la hora de lavarse bien las manos, no hay variante conocida que no exhiba alguna sensibilidad a los medicamentos o que no sea detenida de alguna manera por las vacunas”.

Por lo que continuar con las medidas sanitarias que ya conocemos, y completar el esquema de vacunación, siguen siendo medidas efectivas para intentar seguir conteniendo la pandemia.

Las pruebas

El método para confirmar si estás contagiado de COVID-19 siguen siendo las pruebas de antígeno o PCR que se realizan en hospitales, laboratorios y quioscos.

Las pruebas de antígeno toman una muestra del fluido nasal con un hisopo para detectar ciertas proteínas del virus, refiere la Clínica Mayo. Este tipo de prueba se recomienda en el caso de personas que ya tienen síntomas.

Mientras que las pruebas PCR, que son las más precisas, recolectan la muestra con un exudado nasal, de garganta o saliva, para detectar el material genético del virus.

Ante el aumento de casos a nivel mundial, han surgido reportes sobre que con esta variante ómicron las pruebas de saliva pueden ser más certeras.

“Muchas personas se estaban haciendo las pruebas y salían negativas cuando sí estaban positivas y esto es porque se encontró que ómicron se presenta más en la saliva”, explicó Carolina Perelman, química farmacéutica bióloga por la UNAM y directora del Jardín Weizmann de Ciencias.

La especialista agregó que todas las pruebas tienen margen de error porque tienen cierta sensibilidad y especificidad, entonces puede haber falsos positivos y falsos negativos.

Pero siempre hay que considerar el cuadro clínico del paciente: si estuviste en contacto con alguien contagiado con COVID-19 y tienes síntomas, lo más recomendable es hacer otra prueba y seguir en tanto los cuidados de aislamiento, sea cual sea la variante que se tenga.

Además, los especialistas siempre aconsejan revisar el nivel de oxigenación, tener a la mano un contacto médico para resolver dudas y acudir a una clínica si se observa que los síntomas persisten y se agravan. (ANIMAL POLÍTICO)

 

Autor

Agencias