Washington.- La pandemia de Covid-19 dejará una marca duradera en la desigualdad, pobreza y finanzas gubernamentales mundiales, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su documento Monitor Fiscal publicado este miércoles, en el que advirtió sobre un gran abismo financiero.
La deuda global, que incluye tanto deuda pública como del sector privado no financiero, se elevó 14 por ciento a un nivel récord de 226 billones de dólares en 2020 cuando los estadistas respondieron a la pandemia, y la deuda pública ahora asciende a 88 billones de dólares, cerca de 100 por ciento del producto interno bruto (PIB) global, señaló el informe.
En 2021 y 2022, se espera que la deuda pública descienda en alrededor de 1 punto porcentual del PIB cada año; después de lo cual, deberá estabilizarse en alrededor de 97 por ciento del PIB, de acuerdo con el informe.
En economías avanzadas, la política fiscal sigue siendo un apoyo para la actividad económica y el empleo, mientras que en mercados emergentes y países en desarrollo de bajos ingresos, el apoyo fiscal, el cual ya era más limitado que en economías avanzadas, «está disminuyendo más debido a las endurecidas limitaciones de financiamiento», escribieron en un blog Vitor Gaspar, director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, y sus colegas.
«Para 2024, aún estarán significativamente por debajo de nuestras proyecciones previas a la Covid-19 y lo mismo es verdad respecto a sus ingresos», señaló Gaspar a Xinhua en una entrevista a principios de esta semana. «En el caso de los países en desarrollo de bajos ingresos, existe una disparidad de financiamiento muy persistente».
El FMI instó a los estadistas a calibrar las políticas frente a la pandemia y a la evolución y las perspectivas económicas, a dar prioridad a la transformación para que las economías sean más inteligentes, más ecológicas y más resilientes e inclusivas, a aumentar gradualmente los ingresos fiscales donde sea necesario y a mejorar la eficiencia del gasto.
También alentó a los países a reforzar la credibilidad de la política fiscal para crear espacio para un mayor apoyo a corto plazo sin poner en peligro el crédito público.
Al señalar que el fortalecimiento de la credibilidad de la política fiscal es «extremadamente importante», Gaspar dijo que los países que se benefician de marcos fiscales creíbles a medio plazo «son capaces de gestionar mejor sus compensaciones».
En vista de la gran brecha de financiamiento, el funcionario del FMI dijo que las facilidades de financiamiento rápido del prestamista multilateral han hecho una diferencia en los países donde más se necesitan, y la mayor asignación de Derechos Especiales de Giro (DEG) de la historia pone la liquidez a disposición de los países vulnerables.
«Pero creemos que se necesita más», dijo Gaspar a Xinhua. «Y en particular la canalización voluntaria de los DEG por parte de los países que tienen una posición externa cómoda (hacia los países en desarrollo de bajos ingresos)».
El Monitor Fiscal también señaló que con la expiración de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda del Grupo de los Veinte (G20) a finales de 2021, garantizar el funcionamiento efectivo del Marco Común del G20 para ofrecer alivio de la deuda será «esencial» para ayudar a los países más pobres y más endeudados del mundo a hacer frente a las continuas consecuencias de la crisis de COVID-19. (XINHUA)
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