El estilo de vida es uno de los factores que pueden alterar a las comunidades de microorganismos del tracto digestivo y desencadenar enfermedades.
Ciudad de México.- En el tracto digestivo se encuentra más de 90 por ciento del total de microorganismos (microbiota) que habitan dentro y fuera del cuerpo humano, los cuales a través de señales químicas o la interacción con diversas células pueden influir en el estado de ánimo, la respuesta inmune y la sensación de saciedad, explicó Jaime García Mena al participar en el seminario permanente “Salud en tu vida”, organizado por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México.
De acuerdo con el investigador del Departamento de Genética y Biología Molecular del Cinvestav, los microorganismos del tracto digestivo tienen comunicación directa con distintas células como las enterocromafines, enteroendócrinas y las dendríticas.
Las sustancias químicas producidas por los microorganismos pueden generar que las células enterocromafines, presentes desde el estómago hasta el recto, liberen o no serotonina, un neurotransmisor distribuido de manera amplia en el cerebro, y con ello influir en la percepción del dolor o de bienestar.
En cuanto a las células enteroendócrinas, la microbiota del tracto digestivo consigue que produzcan sustancias químicas capaces de mandarle al hipotálamo, un área del cerebro encargada de mantener al organismo en equilibrio, una señal de saciedad.
Además, ante la alteración de las comunidades microbianas en el revestimiento intestinal, ocasionada por diversos factores como un patógeno invasor, las células dendríticas activan a otras células inmunes o alertan al cerebro para que el intestino siga funcionando, aun si la persona está enferma, mencionó el investigador del Cinvestav.
Todos estos aspectos hacen necesario estudiar cuáles son las especies que conforman la microbiota y sus características; así como el impacto del estilo de vida y la exposición ambiental sobre estos microrganismos, ya que un desequilibrio en las comunidades microbianas puede desencadenar enfermedades.
García Mena también se refirió al origen de la microbiota en el humano y destacó que proviene principalmente de la madre, quien a través de diversas vías, entre ellas el ambiente intrauterino (la placenta y el líquido amniótico) y la lactancia, le transfiere microorganismos al bebé.
Se ha propuesto que durante el embarazo los microorganismos del sistema digestivo, principalmente bacterias, llegan a través de la sangre a las glándulas mamarias, después cuando el recién nacido se alimenta obtiene nutrientes y bacterias, las cuales colonizan el intestino del neonato e influyen en su desarrollo y salud.
Acerca de este tema, el investigador del Cinvestav ha realizado estudios para caracterizar la microbiota de la leche de madres mexicanas sanas y las heces fecales de sus recién nacidos, con el fin de obtener evidencia de la transferencia de bacterias al neonato a través de la lactancia materna.
Uno de ellos incluyó 67 parejas conformadas por la madre y el recién nacido sano alimentado exclusivamente con leche materna. Las mujeres participantes fueron invitadas al estudio en el Hospital General “Dr. José María Rodríguez”, ubicado en Ecatepec de Morelos, Estado de México.
“Encontramos que 68 por ciento de las bacterias presentes en las evacuaciones de los neonatos correspondían a géneros y especies que estaban en la leche materna”, señaló García Mena en el seminario cuya temática fue: “Cuida tu microbiota para una buena salud”.
Entre los grupos de bacterias que se transfirieron de la leche materna al intestino del neonato desde el primer día de vida están: Firmicutes, Actinobacterias, Bacteroidetes y Proteobacterias, siendo estas últimas las más abundantes en las madres y los recién nacidos.
Estos datos aportaron evidencia de que la leche materna es una de las principales fuentes de bacterias que colonizan el tracto gastrointestinal neonatal desde los primeros días de vida. Sin embargo, es necesario analizar otros aspectos relacionados con la conformación de la microbiota en el recién nacido, entre ellos el tipo de parto, la dieta, el estilo de vida y el área geográfica en donde vivió la madre durante el embarazo, resaltó el investigador durante su presentación en el evento realizado en línea.
La investigadora Nimbe Torres y Torres, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, también participó en el seminario permanente en el que se abordan distintas temáticas relacionadas con la salud de la población. (CINVESTAV)
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