En México ha crecido el talento para el trabajo de crear el sonido: Carlos Cortés, ganador del Oscar en la categoría Mejor Sonido

 

 “Estoy lleno de gratitud”, expresa a unos días de haber recibido el extraordinario reconocimiento.

Ciudad de México.- En la vida no hay nada como el sabor de la victoria, sobre todo si es algo que a uno le gusta, le apasiona, que forma parte del propio ser y eso es justamente lo que al sonidista mexicano Carlos Cortés, le ocurrió al ganar el Oscar este año en la categoría de Mejor Sonido en la película The Sound of Metal.

Carlos Cortés, egresado de la Universidad del Valle de México Campus Lomas Verdes, estudió la Licenciatura Ejecutiva en Sistemas de Computación Administrativa; el ganador del Oscar -junto con dos compatriotas mexicanos Michelle Couttolenc y Jaime Baskcht-, afirmó en entrevista exclusiva para Prensa UVM, que en nuestro país hay talento dentro del especializado trabajo de la creación de sonido y este, ha avanzado mucho.

“Lo he visto en los últimos 5 o 7 años, he visto que mucha gente del medio se está profesionalizando y ves su interés y su pasión, no sólo en este proyecto, sino en otros colegas de México (…) se nota que la gente no solo está ahí por hacer algo, sino que está realmente apasionada por el sonido, en todas sus diferentes ramas y formas de ejecutarlo y procesarlo”, dijo.

A unos días de haber recibido el extraordinario reconocimiento que representa la estatuilla dorada y a pocos de reintegrarse al estudio y sumergirse de nuevo en el trabajo, Carlos Cortés compartió en entrevista, que su amor por el sonido viene desde que era pequeño; relató que sus padres son melómanos y que desde muy niño ya tenía acceso a la música; a los dos años de edad ya tenía un tocadiscos de la marca Fisher Price, tenía discos de los Looney Tunes, incluso del grupo Kiss.

“Más adelante, mi papá tenía una casetera que tenía unos canales para grabar, izquierdo, derecho, jugaba mucho con eso porque tenía también unos modulitos de reverberación, sencillo de consumidor, pero me acuerdo que me ponía a jugar con esos y más adelante en la adolescencia yo toqué en una banda durante mucho tiempo -incluso sigo tocando el día de hoy- pero en esa época, me prestaron un track y yo era el que grababa todo, era el que ponía los micrófonos y era el que grababa, siempre me gustó y desde ahí tengo claro que estaba muy cercano todo, entonces por la música, pero después evolucionó a otras áreas del sonido”, indicó.

Carlos Cortés explicó que su especialidad en el proceso de creación de sonido es una mezcla de regrabación; es la última etapa y él le corresponde trabajarla: “Hay tres etapas principales, el sonido directo de una producción, posteriormente se le entrega eso a un diseñador sonoro o supervisor de sonido que empieza a complementar con más sonidos, más capas, música, ambientes incidentales, efectos, todo ese sonido se empieza a complementar con más capas de sonidos y todos esos sonidos o pistas llegan a mi, y soy yo quien les da el balance tonal, la textura, espacialidad, volumen, es lo que hace un ingeniero de mezcla de regrabación”.

Carlos agregó que si bien su trabajo está relacionado con el audio, evidentemente hoy en día este se trabaja con computadoras y le ha sido útil entender más a fondo sobre ellas. “Hay diferentes formas de hacerlo pero una de las más comunes es con computadoras y el entender una computadora, no solo el programa, lo que implica, sino entender todo el procesamiento, la capacidad y todos los requerimientos, ayuda mucho a entender una red; por ejemplo, para intercambio de sonido, para ingesta, respaldos del mismo procesamiento de un proyecto; entonces, todo esto se complementa de alguna manera, siendo su rama fundamental, el procesamiento de sonido y la manipulación, tienen que ver mucho con todas las herramientas de las computadoras”, detalló.

Respecto a su vida académica, el ganador de la estatuilla dorada, comentó que cuando concluyó la Preparatoria, dejó de estudiar un año, viajó a España y se dedicó a tocar en las calles, lo cual le amplió el panorama sobre diferentes aspectos de la vida. Posteriormente regresó a México, ingresó a estudiar a una institución de nivel profesional, que tuvo que abandonar porque se le presentó la oportunidad concluir sus estudios de sonido en Recording Work Shop, en Ohio, Estados Unidos.

“Regresé a México nuevamente, comencé a trabajar y decidí continuar con mis estudios, vi las opciones en la UVM, donde estudié la carrera de Sistemas Computacionales Administrativos; después de eso trabajé en un estudio que se llama Labo Digital paralelamente y ahí ya estaba ejerciendo en la ingeniería de sonido y empecé en ese estudio y en el 2013 ya había conocido previamente a Carlos Reygadas y platicando con él, me invitó a formar parte de Splendor, a ayudar a que se constituyera y desde el 2013 estoy trabajando con él”, comentó.

En su regreso a México después de radicar en Ohio, Carlos Cortés señaló que cuando regresó a los salones de clase fue porque le convenía trabar y estudiar, “lo que encontré está relacionado desde el punto de vista que estoy entendiendo el lenguaje computacional, aunque no lo uso per se el día de hoy, utilizo más herramientas de audio lo que tiene que ver más con la física del sonido, pero la cuestión administrativa y gestión de la información creo que eso es lo que aporta un valor extra a lo que yo pueda hacer”.

Para Carlos Cortés, el siguiente paso es seguir aprendiendo. “Tengo que seguir en el estudio, no creo que cambie demasiado, seguimos aprendiendo y tratando de evolucionar, esto no termina, me encantaría en algún momento no muy lejano, parar de trabajar y dedicarme a estudiar 2 años otra cosa para ampliar los horizontes, pero creo que al final es la misma labor, la misma vida cotidiana te lleva a perfilarte a nuevos retos para abordarlos de diferente manera”, dijo.

Finalmente, el ganador del Oscar en la categoría de Mejor Sonido, comentó que se siente lleno de dicha y de gratitud por haber recibido este reconocimiento. “Evidentemente es algo inaudito que no hubiera pensado en sueños, pero desde que tuvimos la nominación, yo estaba muy contento de haberla recibido, Nicolás Becker me habló en la mañana que anunciaron las películas que estaban nominadas y estábamos brincando de la alegría, yo lo escuchaba desde París, diciéndome que habíamos sido nominados y cuando nos dieron el premio, que nos lo otorga la Academia, yo no podía creer lo que estaba ocurriendo, de alguna manera fue un momento de ensueño estar en el escenario viendo a los colegas, a toda la gente de la Academia felicitándote, fue un momento particularmente bello en mi vida”.

Por cierto, la estatuilla del Oscar que le fue entregada a Carlos Cortés, tiene un peso de 3.85 kg y mide 34 centímetros; en la placa dice: Academy award to Carlos Cortes, Phillippe Bladh, Michelle Couttolec, Jaime Baksht, Nicolas Becker Sound of sound of metal 2020.

 

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El Heraldo de Saltillo
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