El mundo envió a la India millones en ayuda para enfrentar el covid-19. ¿Por qué no llega a quienes más lo necesitan?

 (Xinhua/Str)  

Nueva Delhi.- El mes pasado, cuando la crisis del covid-19 en la India superó el límite, decenas de países se comprometieron a prestar ayuda crítica.

La semana pasada, empezaron a llegar aviones cargados de ventiladores, suministros de oxígeno y medicamentos antivirales, y las fotos muestran enormes paquetes descargados en el aeropuerto de Nueva Delhi.

CNN Español publicó que solo hay un problema: durante muchos días, gran parte de la carga se quedó en los hangares del aeropuerto mientras los hospitales en tierra pedían más provisiones.

Los trabajadores médicos y los funcionarios locales siguen informando de la misma escasez devastadora que ha puesto a prueba el sistema de atención sanitaria durante semanas, lo que plantea dudas, incluso entre los donantes extranjeros, sobre el destino de la ayuda.

En una sesión informativa del Departamento de Estado de Estados Unidos, el viernes, un periodista preguntó dónde estaba la ayuda de Estados Unidos, exigiendo “la rendición de cuentas del dinero de los contribuyentes estadounidenses”, según la transcripción de la sesión informativa. “¿Se está haciendo algo para comprobar cómo se está distribuyendo la ayuda que estamos enviando?”, preguntó el periodista.

El Gobierno de la India negó enérgicamente cualquier retraso el martes por la noche, diciendo que había instalado un “mecanismo eficiente” para asignar la ayuda. Cerca de 4 millones de artículos donados, que abarcan 24 categorías, se han repartido ya entre 38 centros sanitarios de todo el país, según informó el Ministerio de Sanidad, en un comunicado.

Pero sobre el terreno, muchas autoridades estatales y locales afirman que ha habido poca o ninguna comunicación por parte del Gobierno central sobre cómo o cuándo recibirían la ayuda.

“Enviamos delegaciones [al Gobierno] para que nos liberaran los suministros [de oxígeno], los fármacos y la campaña de vacunación, pero no nos hablaron con claridad desde el Gobierno de la Unión”, dijo el martes Raghu Sharma, ministro de Sanidad del estado de Rajastán. “En cuanto a la importación o la ayuda extranjera, no se ha compartido ninguna información ni detalles de suministro con el Gobierno estatal”.

El Gobierno central ha “mantenido a los estados a oscuras durante la pandemia”, añadió, y pidió un “entorno más transparente”.

El Ministerio de Sanidad dijo el martes que había distribuido ayuda a dos hospitales de Rajastán, en las ciudades de Jodhpur y Jaipur.

Hay varias razones factibles para el retraso: burocracia innecesaria, errores humanos o un protocolo que requiere mucho tiempo. Pero para los que están en el terreno, esas posibles explicaciones importan poco; lo único que quieren es que el Gobierno actúe con mayor rapidez y lleve la ayuda a sus salas de cuidados intensivos, donde miles de personas mueren cada día.

La India notificó el miércoles 382 mil 315 nuevos casos de covid-19 y 3 mil 780 muertes relacionadas con la enfermedad, según el Ministerio de Sanidad. El país ha registrado ya más de 20.6 millones de casos desde que comenzó la pandemia.

La escasez de oxígeno es especialmente pronunciada en el territorio de la unión de Delhi, que no produce su propio oxígeno y depende del Gobierno central para enviar asignaciones de diferentes fabricantes y estados.

“Es el deber del Gobierno proporcionarnos oxígeno”, dijo el doctor S.C.L. Gupta, director del Hospital Batra en la capital, Nueva Delhi.

Al menos 12 pacientes, entre ellos un médico, murieron el sábado en el hospital de Batra tras quedarse sin oxígeno. Gupta dijo que el personal del hospital se pasó el día diciendo a las autoridades que solo les quedaban unas horas de oxígeno; hacia el final, tuvieron que depender del oxígeno proporcionado por las familias de los pacientes.

“Los pacientes están muriendo delante de nosotros”, dijo Gupta. “Lamento que no podamos salvarlos”.

Una pesadilla logística

Uno de los problemas de distribución destacados por los medios de comunicación de la India es, sencillamente, que el Gobierno no contaba con protocolos antes de recibir la ayuda, y tuvo que improvisar rápidamente las pautas de asignación y coordinación.

El Gobierno tardó siete días en crear un mecanismo para distribuir los suministros a los estados, según informó el martes el Ministerio de Sanidad, en un comunicado de prensa. Empezaron a trabajar en el plan el 26 de abril y no publicaron su Procedimiento Operativo Estándar (SOP, por sus siglas en inglés), directrices sobre cómo distribuir la ayuda, hasta el 2 de mayo. El comunicado no indica qué día comenzó la distribución de la ayuda.

En esos siete días, más de 23 mil personas murieron de covid-19.

Incluso con el procedimiento operativo estándar emitido, el proceso de distribución es complejo y puede sufrir más retrasos.

Una vez que la ayuda llega a la India, la recibe la Cruz Roja local, que trabaja en estrecha colaboración con el Gobierno. La Cruz Roja colabora con las aduanas para aprobar la mercancía, según el Ministerio de Sanidad, y añade que las aduanas “trabajan 24 horas al día para agilizar y despachar la mercancía a su llegada”.

Una vez despachados, los artículos se entregan al Ministerio y a un fabricante de productos sanitarios de propiedad gubernamental llamado HLL Lifecare, que se encarga del transporte de la ayuda hasta su destino final.

Sin embargo, la logística es inmensa, ya que “los materiales procedentes del extranjero llegan actualmente en números y especificaciones diferentes y en momentos distintos”, explica el Ministerio en su comunicado del martes. Pueden surgir varios problemas, dijo: “en muchos casos”, el tipo o el número de suministros de ayuda no coinciden con la lista de inventario proporcionada por el donante extranjero.

Las autoridades tienen que perder un tiempo muy valioso «para conciliar (las discrepancias) en el aeropuerto» mientras la ayuda se queda sin uso, según el comunicado. Las autoridades no pueden proceder a la distribución hasta que no se actualiza la documentación con los datos correctos.

La India es un país enorme, con mil 300 millones de habitantes, y la mayor parte de la ayuda extranjera llega por avión a Nueva Delhi, lo que significa que gran parte de ella tiene que ser redistribuida a estados lejanos. El Ejército se ha desplegado para ayudar en este proceso, y la Fuerza Aérea lleva los suministros a varias ciudades y realiza también vuelos al extranjero.

El Ministerio de Sanidad dijo que se dará prioridad a los estados con un elevado número de casos o a los que son centros médicos regionales. Las donaciones también se destinan a los estados con menos recursos o a los que se encuentran en zonas remotas.

No está claro cuánta ayuda se está procesando todavía, pero esta semana empezaron a aparecer imágenes de suministros que por fin llegaban a su destino.

La Fuerza Aérea transportó el miércoles a Chennai el “primer lote” de 450 cilindros de oxígeno procedentes del Reino Unido, según la autoridad aduanera de la ciudad. Mientras tanto, este miércoles se enviarán a Bombay 350 concentradores de oxígeno procedentes de Hong Kong.Sin embargo, estos suministros apenas supondrán un mínimo alivio. Hasta el martes, Chennai tenía más de 32 mil casos activos, mientras que Bombay tenía más de 56 mil. Los hospitales de ambas ciudades tienen tan pocos recursos y la situación es tan grave que los pacientes mueren por docenas.

Los pacientes esperan ansiosamente el oxígeno

Mientras el Gobierno se esfuerza por hacer llegar la ayuda atrasada a los estados desesperados, también está trabajando para aumentar la producción nacional de oxígeno. Y en todo momento, las autoridades federales han afirmado que tienen suficientes suministros para satisfacer las demandas de los estados.

“La producción (diaria) de oxígeno en el país era de 5 mil 700 toneladas métricas (6 mil 283 toneladas) el 1 de agosto de 2020, que ahora ha aumentado a unas 9 mil toneladas métricas (9 mil 920 toneladas)”, dijo un portavoz del Ministerio de Salud en una conferencia de prensa este lunes. El mes pasado, el Ministerio dijo que tenía 50 mil toneladas métricas (55.115 toneladas) de excedentes de oxígeno.

El lunes, el portavoz del Ministerio volvió a afirmar: “Hay suficiente oxígeno disponible en el país”.

Pero los médicos, los funcionarios y los pacientes desesperados cuentan una historia muy diferente.

Algunas autoridades estatales también han sido criticadas por su gestión de la crisis del oxígeno. Un tribunal superior de Uttar Pradesh exigió “medidas correctoras inmediatas”, señalando casos concretos de muerte de pacientes por escasez de oxígeno.

“La muerte de pacientes de covid por no suministrar oxígeno a los hospitales es un acto criminal y no menos que un genocidio por parte de aquellos a los que se les ha encomendado la tarea de garantizar la adquisición continua y la cadena de suministro del oxígeno médico líquido”, dijo el tribunal el martes.

El Gobierno central ha respondido intensificando las medidas de emergencia.

Dos de las cinco plantas de oxígeno destinadas a los hospitales de Nueva Delhi estarán en funcionamiento este miércoles, según informó el Ministerio de Sanidad en Twitter. El Gobierno tiene previsto instalar 500 plantas en todo el país en un plazo de tres meses, según un comunicado del Ministerio.

Esta semana, algunos de estos mayores suministros de oxígeno se están enviando por ferrocarril a varios estados muy afectados, en lo que se ha denominado el “Expreso de oxígeno”.

Pero hasta que lleguen estos suministros, ya sea de plantas nacionales o de donantes extranjeros, los pacientes no tienen más remedio que esperar, aterrorizados por sus vidas. (CNN ESPAÑOL)

 

 

Autor

Agencias