El caso de Salgado Macedonio es una papa caliente que nadie quiere agarrar, porque sea cual sea el resultado, quien decida sobre la candidatura de esta polémica figura se va a echar a alguien en contra: léase al presidente, a las mujeres, a la opinión pública, o a los electores de Guerrero. Pero, vamos por partes y en Clave de Fa…
Resulta que este angelito cayó de la gracia electoral no por las acusaciones de violación, ni por la presión de los movimientos feministas, ni por línea de su partido Morena, ni por la sugerencia presidencial. ¡Noooo! Sabiendo de lo delicado que fue amarrarlo a la candidatura, el nene se olvidó de reportar los gastos de la precampaña al INE.
Ante este descuido, el órgano electoral, lo inhabilitó para contender, medida que fue vista públicamente como un acto de justicia después del respaldo público del presidente a pesar de las acusaciones que pesan sobre él. Si el pueblo es sabio, el INE salió aun más canijo. No es que no quiera presuntos violadores en la boleta, sino presuntos violadores que no reportan gastos de precampaña.
Pero la historia no acabó ahí. Después de las protestas por parte de la dirigencia, el caso llegó al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que, al puro estilo de Poncio Pilatos, le regreso la bolita al INE y lo instruyó a que emita una nueva resolución en torno a la candidatura de Salgado Macedonio, ahora considerando un informe extemporáneo de gastos, que el depuesto candidato presentó un mes después de cuando debió haberlo hecho.
Obvio las cosas están color de hormiga en el INE porque si sostienen su decisión inicial, desatarán la ira del inquilino de Palacio Nacional y con ello vendrá la metralla de calificativos que acostumbra lanzar a quienes no simpatizan con sus decisiones; y si reestablecen la candidatura, se habrá impuesto el interés político sobre la ley. Sea como sea, el INE y sus consejeros van a salir raspados. Y en el mientras tanto, Salgado Macedonio ya salió a meter más lumbre y a amenazar con que “no le rasquen los huevos al toro”. ¡Que fineza!
No es una candidatura lo que está en juego, sino una señal clara del panorama que enfrenta México. En pocas horas sabremos cuánta fortaleza guardan las instituciones para resistir a la presión política. Si aquí revienta el dique, será una premonición grave sobre el futuro próximo del país. Veremos, dijo un ciego.
Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael
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