EN EL TINTERO

¿Qué quieren los ciudadanos?

Un docente de preparatoria lanzó una pregunta a sus alumnos durante una clase de filosofía: ¿Prefieren a un buen gobernante, aunque sea mala persona, o a un mal gobernante que se buena persona? El primero, toma decisiones duras y tal vez hasta ignora algunos actos de corrupción; mientras que el segundo, tiene en una grave crisis a un país.

Sin duda, la pregunta es bastante compleja de responder, pues en los dos supuestos hay impacto directo en la conciencia del ciudadano. Frases como tal partido robó más, robó, pero benefició a muchos, apoyó a mucha gente necesitada, estamos en crisis, pero al meno no es corrupto, es común escuchar en algunas pláticas sobre política.

A nivel país, se ha insistido en que los candidatos y quienes nos gobiernan, más que un perfil político debe tener capacidad administrativa y ser estadistas para que puedan sacar al país adelante; sin embargo, no siempre se ha cumplido esa regla.

Hoy una forma distinta de gobernar México tiene varios aspectos en debacle, el principal la salud y la economía, asegura especialistas, porque se han implementado estrategias erróneas en ambos rubros que han desatado una severa crisis en el país.

Apenas el año pasado, Andrés Manuel López Obrador reconoció que la crisis mundial en lo económico es la más profunda que se haya presentado en los últimos 100 años. “México no había caído en lo económico como ahora desde 1932”, declaró en Palacio Nacional.

Hoy niños con cáncer sin recursos en los hospitales para su atención, otras enfermedades que se han descuidado por “atender” la pandemia por covid-19 como la diabetes, hipertensión y otros padecimientos crónicos se han acentuado por la falta de medicamentos y hospitales disponibles para atender este tipo de consultas.

La eliminación de recursos a los estados por un argumento de presunta corrupción provocará un impacto en grupos vulnerables en diversos ámbitos.

Hoy Coahuila vive lo que ha llamado uno de los peores desastres ecológicos de la historia en el incendio que al último corte llevaba más de 3 mil 500 hectáreas consumidas, decenas de cabañas y viviendas de habitantes de comunidades de Coahuila y Nuevo León.

No olvidemos que los legisladores federales eliminaron 109 fideicomisos, entre los que se encuentran algunos relativos al medio ambiente como el Fonden, el Fondo de Desastres Naturales que sirve para proporcionar suministros de auxilio y asistencia ante situaciones de emergencia, para la protección de la vida y la salud de la población ante cualquier fenómeno natural, tal como lo son los incendios forestales.

El miércoles la diputada Dulce María Sauri solicitó poner este jueves durante la sesión a consideración del pleno solicitar ayuda solidaria al gobierno federal para combatir el siniestro.

El gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, anunció que se buscará ayudar con recursos estatales a las familias que perdieron sus casas y su patrimonio. ¿Y el gobierno federal? El tema forestal es en gran parte competencia de este nivel de gobierno mediante la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

¿Tenemos hoy un presidente que es buena persona, pero pésimo gobernante; o es López Obrador una mala persona que tampoco ha logrado llevar al país adelante? Es una pregunta que cada elector deberá responder desde el interior y la conciencia individual, porque este año tendrá en sus manos y será quienes definan el rumbo del país en la Cámara de Diputados, en municipios y varias entidades con las gubernaturas.

¿Quiere que las decisiones y acciones del país estén en manos de una sola fuerza política o diversificará obligando a los partidos a encontrar consensos en beneficio de la población? Pronto lo sabremos.

 

 

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El Heraldo de Saltillo
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