Todo presidente atraviesa por varias etapas en su administración. En Estados Unidos, le llaman “pato cojo” (lame duck) al mandatario que está en sus últimos días en el cargo, y se caracterizan por la percepción de que ha perdido poder y reflectores, ante la inminente llegada de su sucesor, que ahora acapara ambos. ¡El rey ha muerto, viva el rey! Pero en el caso de Donald Trump, su salida ha sido tortuosa en varias dimensiones.
Primeramente, al cuestionar la validez de la elección sin pruebas con tal de sacar raja política. Pero eso es lo de menos. El tema es que infló tanto esa falacia y su base tan se lo creyó que fueron a manifestarse violentamente al Capitolio mientras se hacía la sesión de conteo de los votos del Colegio Electoral, con lo que se consumó el triunfo de Joe Biden.
El saldo fue de un policía y una manifestante muertos. Acto seguido, Trump subió un video donde insistía en que había ganado la elección, aunque pedía a sus seguidores que se retiraran. A Twitter no le gustó y bloqueo su cuenta durante 12 horas, y después lo hizo de forma permanente. Facebook e Instagram también lo inhabilitaron hasta el día que Biden asuma la presidencia.
Y aquí empieza otro debate, ¿estuvo bien o mal que las redes censuraran a Trump? Sí, por un lado, sus tuits derivan en muertes; pero por otro lado, es una incongruencia que las redes sociales se basen en la libertad de expresión y censuren a alguien selectivamente.
Pero la confrontación que enfrenta Trump en los días finales de su presidencia, no se limita a las redes sociales, también está el plano político. Los Demócratas están presionando al Vicepresidente Mike Pence para que invoque la Enmienda 25 de la Constitución para declarar Trump incapacitado para gobernar, y en caso de no hacerlo le harán un segundo impeachment. ¿Prosperaría un nuevo juicio político? Seguramente no, pero le habrán colgado a Trump el record de ser el único presidente que enfrentó dos juicios, tratarían de quitarle sus prestaciones como expresidente, y sentarían un precedente en miras a la contienda del 2024.
Los días finales de una presidencia estadounidense generalmente son de emociones calmas. Obama, Bush hijo, Clinton hasta hizo un video de parodia, muy bueno, por cierto. Aun debe estar en Youtube. No así con Trump. Él se ha propuesto hacer de cada día de su administración una batalla campal. Quedan 8 días solamente para que deje la Casa Blanca pero el show político no para. Genio y figura, hasta la sepultura.
Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael
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