ZAGAL

Salario Mínimo Veinte Veintiuno

El miércoles fue publicado en el Diario Oficial de la Federación la resolución del Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos que fija los salarios mínimos generales y profesionales que habrán de regir a partir del 01 de enero del 2021.

Tratando de hacer el cuento corto, lo que establece dicha resolución, misma que fue aprobada por mayoría -no por unanimidad-, es que a partir de la fecha comentada, el salario mínimo en nuestro país incrementa en un 15 por ciento, para pasar de 123.22 a 141.70 pesos en lo general y, en la Zona Libre de la Frontera Norte, de 185.56 a 213.39 pesos.

Lo anterior ha sido y seguirá siendo tema de discusión pues, aunque ya es oficial, los pros y contras que dicha medida pudiera ocasionar se encuentra en el escenario de la incertidumbre, al igual que muchas cosas, principalmente por el hecho que no se han determinado los estragos económicos que deje la pandemia del COVID-19 en nuestro país y en el mundo, pero claro está, que la situación en el 2021 no será ni tantito parecida a lo que fue este año y, desgraciadamente, la balanza se inclina hacia un panorama no favorable en diversos aspectos.

Como se comentó, la resolución se aprobó de manera mayoritaria -dos a uno- contando con el voto en contra por parte de la representación del Sector Patronal. Un hecho no inédito, pero sí de consideración, puesto que las justificaciones patronales que se encuentran dentro de la misma resolución, dan mucho de qué hablar, ya que señalan que si están a favor de un incremento al Salario Mínimo, pero de diferentes dimensiones.

Lo que se teme, en primer lugar, es el impacto que dicho incremento extraordinario pudiera tener en la inflación, a través de la transferencia de costos hacia los consumidores con aumento de precios, puesto que el incremento que se propone al salario no se encuentra ligado con aumento proporcional en la productividad de los trabajadores. No obstante, con base en la opinión de expertos y en la experiencia del pasado, los mecanismos que se utilizan para adoptar una medida de esta naturaleza aminoran la relación que pudiera tener con el tema inflacionario. También, el hecho que ya no existan ciertas referencias ligadas al salario mínimo -ahora ligadas a UMAs- evitan un aumento generalizado de los precios.

Por otro lado, y donde si pudiese tener justificación suficiente el Sector Patronal para negarse a aprobar la resolución que se comenta, se encuentra en que, como se dijo, todo indica a que el panorama en materia económica en el 2021 no sea el ideal y no es de genios afirmar que, cuando se está en un ambiente de baja actividad económica y empresas se ven obligadas a otorgar un incremento del salario mínimo, las mismas tienden a recortar sus planes de contratación o, inclusive, llevar a cabo despido de trabajadores, con el fin de cumplir con una obligación.

En ese sentido, es necesario también visualizar la situación particular en nuestro país dentro del espectro político y es que, recordemos que en junio del 2021 se llevarán a cabo las elecciones intermedias que serán las más grandes en la historia del país. Se renovarán las 500 diputaciones federales, 15 gubernaturas, 30 congresos locales, 1,900 ayuntamientos, para lo que, según el Instituto Nacional Electoral, podrán participar más de 94 millones 800 mil ciudadanas y ciudadanos inscritos en el padrón electoral.

Pareciera que ahora el Salario Mínimo no solo es la cantidad mínima recibida por una jornada de trabajo que debe de satisfacer las necesidades normales de un jefe o jefa de familia en el orden material, social y cultural y para proveer la educación a sus hijos, sino que también es una política pública con altos -muy altos- tintes electorales.

Reciban un saludo, muchas gracias.

Nos leemos hasta el próximo año si Dios lo permite.

Que pase usted, querido(a) lector(a), muy felices fiestas y que Dios le bendiga siempre.

 

 

 

Autor

El Heraldo de Saltillo
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