Ciudad de México.- Los casos de COVID-19 que se están presentando en México en estos días y que mantienen saturado al sistema hospitalario del Valle de México y otros estados como Baja California vienen de cadenas de transmisión del virus que empezaron a amplificarse en septiembre. Con las fiestas patrias y después con las celebraciones del Día de muertos o las compras del Buen Fin vino el repunte de casos y cada caso es una cadena de contagio. Si en estos días de diciembre, las personas insisten en hacer reuniones, los afectados por el coronavirus se seguirán multiplicando y mantendrá alta la segunda ola de la epidemia hasta el mes de mayo.
Así lo explica Mauricio Rodríguez, profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM y vocero de la Comisión para la Atención de la Emergencia por el coronavirus de esta institución.
“Lo que estamos viendo ahorita de casos son todos los contagios que se fueron produciendo desde septiembre y que han ido avanzado, primero despacio y después ya de forma más acelerada. Como ya los casos son muchos, hay más enfermos que pueden contagiar y así se siguen estas cadenas hasta generar una amplificación de la epidemia”.
Animal Político publicó que diciembre se ha vuelto un mes crítico para México en la batalla contra la COVID-19. Mientras estados como Campeche, Veracruz y Chiapas están en verde, de riesgo bajo, en el semáforo epidemiológico de la Secretaría de Salud y ya se planea hasta reiniciar las clases, la epidemia ha repuntado en estados del norte y del centro.
Este 16 diciembre, la Ciudad de México reportó 33 mil 073 casos activos de COVID-19 y una ocupación hospitalaria de 77%, lo que pone al sistema de salud de la capital en rojo, aunque el color del semáforo general se mantenga aquí en naranja con alerta por emergencia.
En los hospitales se empieza a hablar de un posible colapso para enero, cuando los médicos podrían tener que decidir a quién se le coloca un ventilador y a quién no, ante la imposibilidad de darle la misma atención a todos los enfermos.
Si la gente se junta en estos días y no respeta las medidas que se han estado difundiendo, esto se seguirá amplificando, advierte Rodríguez. “Los contagios no se ven tan rápido como la gente se lo imagina –señala el especialista. Ahorita usted se contagia, no se da cuenta que está ahí la enfermedad y en unos días habrá tres o cuatro personas contagiadas en casa y después también hacia afuera”.
Uno de los grupos de mayor riesgo por su nivel de movilidad y exposición social son los jóvenes, “y en su caso probablemente no les vaya tan mal con la enfermedad, pero hay que pensar en las personas que son grupo de riesgo entre nuestros familiares y amigos. Casi casi algo así como quién es el rival más débil, a quién podríamos nominar si no nos cuidamos”.
La epidemia –dice Celia Alpuche, directora del Centro de Investigación sobre Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP)– ha sido prologada y dolorosa para todos: unos por situación económica, otros por tener la enfermedad, por haber perdido a un familiar, por situación social, por hartazgo; mucha gente está esperando reunirse con sus amigos, su familia, “pero si lo hacemos, sin tomar medidas de precaución adecuadas, esto no se va a detener y las noticias sobre que ya viene la vacuna no deben tomarse como un ya se puede salir”.
Alpuche, que también es Coordinadorar del Grupo Técnico Asesor para la Vacuna COVID-19 en México, recuerda que al inicio solo se vacunará al personal de salud y después a las personas de los grupos con mayor riesgo de tener una enfermedad severa. Pasarán meses antes de que por lo menos la mitad de la población tenga la vacuna.
“En enero no se levanta la cortina, esto no ha terminado. Las vacunas irán llegando de poco en poco para uso exclusivo de los grupos de alta prioridad y alto riesgo. No hay que confiarnos. Las medidas sanitarias deben seguir siendo las mismas; quédate en casa y si tienes que salir, sana distancia, cubrebocas y lavado de manos”.
Cómo sí es seguro reunirse y con quién
Los especialistas coinciden en que si la gente insiste en reunirse, al menos debe hacerlo con ciertas restricciones. Una reunión en un comedor cerrado, donde personas de diferentes casas e incluso de distintas ciudades, van a estar comiendo y hablando, con las ventanas cerradas es un escenario de alto riesgo, asegura el vocero de la Comisión COVID de la UNAM.
Si se van a reunir seis personas, pero de cinco casas, eso es mucho riesgo. Un plan un tanto más seguro es que se reúnan personas de solo dos casas, no de dos familias, aclara Rodríguez, porque en cada familia puede haber gente de varias casas.
Esas personas de solo dos casas pueden reunirse en un espacio abierto y tratando de mantener la sana distancia, el uso de cubrebocas y la higiene de manos. Quizá este año que ha sido atípico, hay que alterar un tanto los planes. En lugar de hacer la cena de Navidad, propone Rodríguez, hay que organizar un picnic en la tarde, en un espacio abierto. Se trata de administrar el riesgo.
Si la reunión es en interiores, hay que mantener las ventanas abiertas, y el metro y medio de distancia. Los abrazos deberán esperar. Para los que han estado ya en situaciones de riesgo, recomienda el especialista, hay que estar pendientes de síntomas de COVID o mejor hacer cuarentena por precaución.
“Sí, es Navidad y todo mundo está cansado de la epidemia y el confinamiento, pero si ahorita no le rompemos las cadenas de transmisión al virus, no podremos tomar el sol cuando empiece la primavera. Esto se va a seguir amplificando y va a aventar la epidemia fuerte hasta mayo”, alerta.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) está emitiendo las mismas alertas de los especialistas mexicanos. Soumya Swaminathan, su directora científica enfatiza en un mensaje por redes sociales que en esta temporada se deben mantener las medidas sanitarias.
“Hay que evitar los lugares cerrados y sin ventilación. Hay que cuidar muchos a las personas de los grupos de riesgo. Si alguien tiene síntomas, debe quedarse en su casa. Y si se tiene planeado viajar, hay que hacerse la pregunta, ¿de verdad es absolutamente necesario el viaje? Solo si la respuesta es sí, hay que hacerlo con todas las medidas de precaución”.
Los aviones y autobuses, recalca Swaminathan en su mensaje, son sitios de alto riesgo, como también es riesgoso llegar y entrar de inmediato en contacto con otras personas de ese lugar. En caso de moverse de una ciudad a otra, de un país a otro, habría que guardar los 14 días de cuarentena.
La responsabilidad de esto, recalca Rodríguez, es de todos. “Debemos asumir que somos un todo y que podemos tener un efecto de riesgo o un efecto protector en la comunidad”. (ANIMAL POLÍTICO)
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