Vinícola de Saltillo
En esta ocasión te platico de una empresa muy Saltillense que fue creada gracias a un día de campo.
Todo comenzó el día en el cual los coahuilenses emitían su voto en el año de 1929. Don Nazario S. Ortiz Garza era el candidato a Gobernador del Estado, en aquella época en la cual más que los votos se contaban los balazos, motivo por el cual, después de emitir su voto, decidió junto a su esposa Rebeca realizar un día de campo, partiendo por el rumbo donde se ubicaba la entonces escuela de agricultura “Antonio Narro”, encontrando ahí un lugar maravilloso del cual se enamoró rápidamente, un predio demasiado grande con una construcción y algunos arboles.
Don Nazario, revolucionario por pasión pero ingeniero agrónomo por profesión, visualizó un sueño. A los días siguientes, después de saber que la propiedad era de don Damaso Rodríguez Narro, solicitó un crédito bancario para adquirir dicho terreno y así fundar la empresa “Viñedo El Álamo”.
En ese mismo año adquiere la propiedad e inicia con la preparación de la tierra, para al siguiente año realizar la primera siembra de viñedos, y cuatro años después, en 1934, fue tanta la producción de uvas que decidió ir más allá fundado la compañía fermentadora y destiladora del norte que porduciría los brandis Don Porfirio y Nacional Primero.
Para el año de 1942, ante el enorme éxito comercial, decide don Nazario mudar la producción a unos terrenos ubicados en el cruce de los que hoy son la calles de Xicótenctal y Presidentes Cárdenas, aprovechando la mudanza para cambiar de nombre a Compañía Vinicola de Saltillo, una gran empresa que se dedicaba a la siembra y cultivo de uvas, a su fermentación y destilación en alambiques de cobre, para después almacenar la bebida en barricas de madera francesa por un periodo de 8 meses o un año y posteriormente embotellarse y enviarse al mercado.
De los vinos y licores que produjó la Compañía Vinicola de Saltillo estaban por supuesto el más famoso, el Club 45 y su reserva especial; Señorial, Saviñón, Penis Mounie e incluso una edición especial con motivo del 400 aniversario de esta hermosa ciudad de Saltillo, llamado Brandy Puente Viejo. Sin olvidar los vinos de mesa como el oporto, tinto, blanco, rosado y manzanilla.
Cuando le pregunté a mi amigo Mario Ortiz, nieto de don Nazario, sobre la cantidad de trabajadores que llegaron a tener en la vinicola, me asombré pues llegaron a tener más de 1 mil 250 empleados.
Estimada y estimado Saltillense que si se pregunta por la calidad de sus productos, dejeme comentarle la anécdota que el Ingeniero Luis Horacio Salinas le contó en alguna ocasión a don Nazario. El Ingeniero Salinas se encontraba en Panamá por cuestiones de sus negocios. Estando en una cena, solicitó al mesero le enviarán el mejor vino tinto que tuvieran; a los pocos minutos el camarero llegó con el mejor vino tinto que contaban, siendo este el vino El Álamo, por supuesto producido por la compañía vinicola de Saltillo.
Por cierto, dejeme comentarle que en la película El Santo y Mantequilla Napoles en la venganza de la Llorona, en una escena podemos ver algunas cajas del famoso Brandy Club 45.
Y pensar que todo inicio por un día de campo, cuando don Nazario encontró un pedacito del paraíso, lugar que fue visitado por personajes como mi General Lázaro Cárdenas, Cantinflas, Miguel Alemán, María Félix, Adolfo Ruiz Cortines, Lucha Villa, Adolfo López Mateos, Luis Aguilar, Gustavo Díaz Ordaz, David Reynoso, Luis Echeverría, los Hermanos Soler, José López Portillo, Chelelo, Miguel de la Madrid, Resortes, Carlos Salinas de Gortari y por supuesto, por quien fuera el modelo para la estatuilla del Oscar, el Indio Fernández y muchos más.
Autor
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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