Esto permitiría ampliar el Modelo Estándar, que describe exitosamente la materia al nivel más fundamental conocido hasta el momento
Ciudad de México.- Con un proyecto que busca contribuir teóricamente a encontrar evidencia de nueva física, Pablo Roig Garcés, investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), obtuvo una de las Cátedras Marcos Moshinsky 2020.
La finalidad de este trabajo, que se llevará a cabo durante dos años, es contribuir a extender el Modelo Estándar de la Física de Partículas Elementales, una teoría que describe exitosamente la materia al nivel más fundamental conocido hasta el momento: quarks y leptones.
La investigación estará enfocada en predecir teóricamente el momento magnético anómalo del muon, que probaría de manera indirecta la existencia de partículas pesadas que no han podido producirse en varios experimentos, entre ellos los realizados en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), pero de las cuales se puede inferir su presencia porque tienen efectos indirectos en las partículas conocidas.
Si bien, estas repercusiones son sutiles, es posible calcularlas y medirlas con cierto grado de precisión. Para ello, se utiliza la información disponible acerca de las peculiaridades observadas de las partículas que sufren dicha afectación.
“En otras palabras, si conocemos las condiciones en las cuales una determinada partícula presenta cambios, por ejemplo, en sus propiedades magnéticas, se pueden inferir las características de las partículas pesadas causantes de este efecto”, explicó Pablo Roig, del Departamento de Física.
Del muon, una partícula elemental que pertenece a la familia de los leptones, se ha calculado y medido su momento magnético, tanto teórica como experimentalmente, aunque sin el grado de acuerdo esperado.
Las partículas en general tienen un acoplo dipolar al magnetismo (como sucede en un imán), y desde la física clásica esto se representa con el valor de 2, lo cual cambia a nivel cuántico.
El momento magnético anómalo del muon se refiere a la diferencia de éste valor (2) y el que resulta de la interacción de la partícula en cuestión con el mundo cuántico. Entonces, la pequeñísima diferencia en la precisión entre lo observable y su medida teórica, podría deberse al efecto de partículas nuevas no descritas en el Modelo Estándar, mencionó el investigador.
Así, la propuesta de Pablo Roig consiste en reducir los errores teóricos de este observable y basarse en diversos datos, como la nueva medida, que será publicada próximamente, del momento magnético del muon obtenida en experimentos ultraprecisos a bajas energías en Laboratorio Nacional Fermi, ubicado en Estados Unidos.
Además de esta nueva medida, agregó el especialista del Cinvestav, con el tiempo se publicarán otras cada vez más precisas, lo que mejorará los cálculos teóricos y experimentales; esto nos acercará a la nueva física que está escondida a escalas de energías más altas.
Lo anterior es relevante porque el Modelo Estándar no explica, entre otros aspectos, por qué en el Universo predomina la materia (conformada por partículas) y no la antimateria (constituida por antipartículas).
De ahí el interés, de diversos grupos de investigación en todo el mundo, por deducir la existencia y las propiedades de partículas pesadas que pudieron haber influido en el papel predominante de la materia en el Universo.
Acerca de la Cátedra Marcos Moshinsky, a la cual se hizo acreedor en el área de Ciencias Físicas, Pablo Roig señaló que es un honor y una gran responsabilidad, por lo que significa el legado científico del físico que da nombre a esta distinción.
Además, dijo que el monto de la Cátedra le servirá para llevar a cabo el proyecto ya descrito, y a la vez impulsar el talento de los jóvenes investigadores, ya que como parte de este trabajo algunos podrán participar en congresos o hacer estancias en el extranjero.
Las Cátedras Marcos Moshinsky son financiadas por la UNAM a través del Instituto de Física y por la Fundación Marcos Moshinsky, una asociación civil que impulsa la ciencia en México. Se otorgan, desde el 2011, a jóvenes científicos mexicanos con una trayectoria sobresaliente en su área de investigación.
Este año, entre los investigadores ganadores de la Cátedras también se encuentra Felipe Pacheco Vázquez, egresado de doctorado del Cinvestav Unidad Mérida. (CINVESTAV)
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