Conforme se fue acercando el final de las campañas de los candidatos a diputados locales que irán a las urnas el domingo, desde la semana anterior comenzaron a hacer presencia en la entidad dirigentes de los diferentes partidos con registro nacional. La mayoría de dichos personajes tenían meses sin estar por acá, y algunos incluso hasta son por completo desconocidos.
La elección local de Coahuila en realidad nunca les importó, tal parece que su reciente presencia tiene que ver más con preparar el terreno hacia la contienda del año próximo en que se renovará la Cámara de Diputados, y los ayuntamientos en el caso de nuestra entidad.
El discurso que manejaron permite anticipar la estrategia que seguirán.
Todos se enfocaron en quejas, ya fuera acusando a las autoridades electorales de no promover la participación ciudadana, o a las autoridades de condicionar el acceso a programas sociales.
Son los argumentos con los que a partir del lunes comenzarán a utilizar para justificar las derrotas del domingo, pero más que intentar cambiar algo en los resultados de esta contienda local, están buscando una plataforma para iniciar su posicionamiento para la siguiente elección.
Como ciudadanos debemos estar prevenidos y no permitir que ese ruido artificioso nos lleve a una dinámica de la que afortunadamente estuvimos exentos en este atípico proceso electoral.
Sí, el domingo hay que participar y cumplir, acudir a votar, atender los lineamientos sanitarios y emitir el sufragio tras una reflexión de lo que queremos para la próxima legislatura.
Pero a partir del lunes lo que sigue es trabajar cada quien en su ámbito, para procurar un cierre de año lo mejor posible, conscientes de que la contingencia sanitaria se prolongará aún por varios meses más y cada uno debe adaptar su vida productiva, familiar y social a estas circunstancias.
Lo que menos necesitamos ahora son disputas poselectorales, acusaciones ligeras y ruido de quienes andarán buscando reflectores para construir sus proyectos para la próxima elección.
A los políticos se les dificulta mucho construir, conseguir aceptación a partir de trabajo, propuestas y buen desempeño, la mayoría cae en la tentación de ganar protagonismo a partir del escándalo, las acusaciones, los señalamientos hacia el contrario.
De nosotros depende si les permitimos seguir creciendo en esa ruta o si los forzamos a que escuchen las inquietudes y propuestas ciudadanas, y que se esfuercen en generar ideas que atiendan estas prioridades.
A quienes sean electos el domingo debemos darles seguimiento de su desempeño en el Congreso, y a los que quieran ser candidatos en el 21 para las diputaciones federales y cabildos, demandarles propuestas y compromisos en el ámbito que a cada uno toca.
Las circunstancias que hemos vivido este año nos han llevado de manera forzosa a introducir cambios en nuestra vida cotidiana, lo mismo en el trabajo que en las actividades sociales y recreativas, si ya estamos en una dinámica de transformación, veamos que ésta alcance también a la forma en que nos involucramos con nuestros representantes y lo que les permitimos hacer o dejar de hacer.
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