Las elecciones en Coahuila del próximo día 18 pintan para ser las más depreciadas por los electores en toda la historia de la entidad. Por un lado está el factor de la orfandad –no se elegirán sino diputados locales- y por otro, el de la pandemia del coronavirus y sus restricciones. Pero está presente un tercer ingrediente.
Los candidatos de los once partidos contendientes presentan cotidianamente destacadas muestras de que no tienen nada que ofrecer a los ciudadanos con posibilidades de cumplir. Claro que aseguran que entregarán las perlas de la Virgen de resultar ganadores.
Los que son diputados actuales y buscan la reelección se topan con que los potenciales votantes ni siquiera los conocen, lo que habla del incumplimiento de las promesas hechas hace tres años. Pero tal contrariedad no los desanima para insistir en que, ahora sí, estarán cercanos a su distrito. Hasta ofrecen llenarlo de casas de gestoría y dotarlas de internet y computadoras.
En estos días de proselitismo a los sensibles candidatos les preocupa si los ciudadanos ya desayunaron y en qué consistió su desayuno; se lo preguntan aprovechando la velocidad y amplitud de las redes sociales.
La aspirante priista Piedras negras, Esperanza Chapa, fijó una postura –a través de las redes- que sonó como a pedrada contra sus mismos compañeros de partido como de los otros: “Tengo más interés en ayudar a la gente que en tomarme fotografías, y me importa más la persona que las redes sociales”.
Otros de plano se sienten súper héroes y no vacilan en comprometerse a reducir la brecha de la desigualdad social, a pesar de que dicha brecha se amplía cada vez más debido a múltiples factores, sin que tengan nada que ver los señores legisladores de una entidad.
En la Región Lagunera los que quieren ocupar una curul en la siguiente Legislatura Local coinciden en comprometerse a enfrentar el problema de la escasez y la contaminación del agua, pero no abordan de fondo el asunto.
Y así siguen haciendo promesas a diestro y siniestro. Para ello cuentan 39 millones 314 mil pesos que les asignó el Instituto Electoral de Coahuila este año, solo para las campañas. Porque en conjunto los once partidos reciben, además, 78 millones para actividades ordinarias.
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