Madrid.- Leo Messi desapareció este lunes cuando el FC Barcelona realizó su primera sesión de entrenamiento con el nuevo entrenador Ronald Koeman.
Como era de esperarse, el argentino no regresó junto con el resto de sus compañeros para el inicio de los entrenamientos de pretemporada, luego de que no asistiera a las pruebas de PCR por la COVID-19 que hizo el resto de la plantilla el domingo.
La decisión de Messi es un paso más en su plan de abandonar el club en el que ha pasado los últimos 20 años, con el delantero y sus asesores asumiendo la postura de que su contrato con el Barcelona le permite abandonar el Camp Nou este verano con libertad.
Esta opinión no es compartida por el Barcelona ni por la Liga Española de Fútbol (LaLiga), ya que ésta publicó un comunicado el domingo apoyando al Barcelona, y afirmando que cualquiera que quiera comprar a Messi tendrá que pagar los 700 millones de euros de su cláusula de rescisión.
Se ha señalado que LaLiga no es una parte desinteresada en este asunto, dado que el argentino es la gran estrella (y por tanto el principal atractivo) de una competición que ha perdido a jugadores como Neymar y Cristiano Ronaldo en los últimos años.
La salida del nombre más importante de LaLiga ciertamente haría que ésta perdiera terreno frente a la Premier League inglesa (especialmente si Messi se muda al Manchester City) y haría más difícil exigir tarifas tan altas por los derechos de televisión.
Koeman realizó su primera sesión de entrenamiento con sólo 13 profesionales del primer equipo y seis jugadores del equipo B de Barcelona. (XINHUA)
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