Nueva Zelanda.- Mientras en la mayor parte del mundo los confinamientos y las restricciones de tránsito se volvieron parte de la cotidianidad, en Nueva Zelanda las estampas de estadios colmados de aficionados evocaban a esa época en la que el mundo estaba libre de la pandemia del nuevo coronavirus, según publicó Excélsior.
Nueva Zelanda es una de las contadas naciones que retomó su vida declarándose libre de casos de covid-19 hace unas semanas después de rastrear y tratar casos. El 14 de junio, 43 mil aficionados asistieron sin restricciones ni enseres sanitarios como cubrebocas y guantes al Eden Park de Auckland para disfrutar del regreso del rugby, estableciendo un récord de asistencia en 15 años.
La nación rodeada de mar en el Océano Pacífico se convirtió en el deseo del resto del orbe después de reportar el 7 de junio el alta del último paciente contagiado con el virus de SARS-COV 2 (esta semana se presentaron dos casos luego de tres semanas libres de contagios), lo que abrió las puertas para que su deporte favorito volviera en pleno mientras en Europa una potencia como Alemania probaba la reanudación de la Bundesliga con severos protocolos de salubridad y miles de pruebas de detección del nuevo coronavirus entre jugadores.
Lo hecho por los neozelandeses no tiene par en un mundo cuando dentro de su población de cinco millones de habitantes apenas se registraron 22 decesos como consecuencia del nuevo coronavirus. Pero hubo otros países que no pararon sus ligas ante la emergencia ni evitaron aficionados en las gradas. En los albores de abril en Nicaragua, Bielorrusia, Burundi y Tayikistán no se detuvieron sus competencias de futbol.
Nicaragua fue la única liga activa en América y la única medida que asumieron fue llevarla a cabo sin público.
En el caso de Bielorrusia, el presidente Aleksandr Lukashenko manifestó que el temor contra el covid no tenía fundamento y por ello su país siguió una marcha normal cuando en Europa se vivían las jornadas más duras de los confinamientos obligatorios.
ABREN LAS GRADAS
Las autoridades del futbol danés dieron esta semana un paso en las aspiraciones para tener gradas llenas de aficionados al aprobar que hasta un tercio cuente con fanáticos las últimas seis jornadas de la temporada.
Esta fue una de las primeras ligas en retomar las acciones el 28 de mayo daba la baja incidencia de contagios y muertes por covid-19 y desde el 10 de junio permitieron que hubiera sólo 500 fans en los estadios en cada partido.
El esfuerzo danés será lo más cercano a lo conseguido en Nueva Zelanda con sus tribunas abiertas totalmente.
Las huellas danesas son seguidas por Italia, donde el coronavirus dejó casi 35 mil muertos, pero las tasas de letalidad han ido a la baja en los últimos días.
Así el mundo se dirige a la llamada nueva normalidad, en la que poco a poco los aficionados volverán a las gradas de las ligas deportivas mientras se evitan rebrotes de coronavirus. (EXCÉLSIOR)
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