UNA TAZA Y DOS DE CULTURA

 

Vamos a reírnos de la justicia

¿Qué estaban haciendo hace diez años? ¿Qué recuerdan? ¿Recuerdan el caso de la Paulette? En caso de que solamente recuerdes algunas cosas, Netflix te trae el caso completo en su nueva entrega, una serie de ocho capítulos donde uno puede recordar la historia, ver con un hilo conductor todo lo que paso, revive el malestar y disgusto de la opinión pública. Porque desapariciones puede haber muchas, pero que muevan el sentimiento de los mexicanos de forma tan mediática, pocos.

‘Historia de un crimen: La búsqueda’, desempolva uno de los casos criminales mexicanos más controversiales, donde hasta la fecha, quedan muchas dudas derivadas de la desaparición y muerte de una pequeña.

Pareciera fue ayer, pero es el 22 de marzo de 2010 cuando los padres de Paulette Gebara Farah informaron sobre la desaparición de la niña en su departamento ubicado en una zona exclusiva del municipio de Huixquilucan, en el Estado de México. Pronto la noticia se volvió un tema nacional e internacional debido a la inexplicable desaparición de la pequeña. Siendo tendencia en redes sociales y donde la prensa rosa y amarilla hicieron de la suya.

¿Qué tal esta? Bueno, con toda esa historia, esperábamos una mejor entrega del caso, pero Netflix no nos aporta nada nuevo a lo ya conocido del caso. En el elenco podemos ver a Darío Yazbek, Regina Blandón y Diana Bovio que rayan en lo absurdo y con personajes que parecen sacados de las telenovelas, y no, no en telenovela de horario.

Al principio empieza con un ritmo lento y sin un hilo conductor que hace pedir más de la historia, en los siguientes capítulos la serie mejora, pero no termina de consolidarse como una serie de investigación o policiaca como el título nos dice Historia de un crimen a veces raya en lo absurdo con situaciones con tintes de comedia o chistes que parecen no adherirse al guion, hay personajes que tienen sus secuencias de romance y sexo que no vienen al caso ni como chisme

La postura de la producción no queda tan clara, y en redes las opiniones son divididas. Uno en principio pensaría que quieren mostrar el circo que se hizo y lo absurdo de este caso, la corrupción, la ineptitud, en concreto la serie quería ridiculizar las malas dediciones y la negligencia de las personas involucradas. Aunque otras opiniones ponen en duda la intensión, allí vemos un claro error ¿por qué? porque recordemos que cuando se lanza un producto debe ser claro y no ponerse en dudo cuál era su objetivo final.

Existe una línea muy delgada entre la sátira y la parodia. Uno después de verla piensa que es una sátira, pero los guiones o la música llegan ser tan absurdos pareciendo en ocasiones más un programa de La Parodia de lunes por la noche.  Aplaudo que en la mayoría de los casos usan los nombres y apellidos originales, para que no quede duda de quienes son los personajes involucrados. ¿No la ha visto? Vaya a verla, unas palomitas, una agüita de jamaica y juzgue usted.

Para quienes les guste los programas de investigación y más si es dentro de México, les recomiendo hay otro parte de temporadas Historias de un Crimen, la de Colosio y la de Colmenares, que si bien las actuaciones pueden no aplaudirse, la información que dan resulta interesante, aunque no echen culpas si te deja un mal sabor de boca al preguntarse al final de verlas ¿Por qué seguimos así?

Productos como estos lejos de si nos gustan o no, recuerdan uno de los principios de las artes: hacer denuncias sociales. Deja constancia de un caso que sigue sin estar claro además de las irregularidades que existen día a día dentro de nuestro país. ¿Es usted una persona distinta a la de hace diez años?

 

Autor

Sergio Arévalo