Premio Nobel de Química recomienda usar cubrebocas; pide a AMLO poner el ejemplo

Ciudad de México.- En esta emergencia sanitaria por Covid-19, el uso de cubrebocas ha salvado vidas, afirmó el Premio Nobel de Química en 1995, Mario Molina, quien publicó en días pasados un artículo que demuestra esta hipótesis.

Mario Molina recomendó que todas las personas, incluidas los líderes y el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, los usen.

“Sí, por supuesto. Tenemos varios Presidentes, el de México, Estados Unidos, Brasil. Por alguna razón es una cuestión cultural (…) si va a una gira, con mucha gente cerca, sí sería importantísimo para poner el ejemplo”, señaló.

En videoconferencia con los medios de comunicación, explicó que, tras un análisis en Italia y en Nueva York, Estados Unidos, se llegó a esta conclusión, según publicó El Heraldo de México.

“Sí son muchas muertes las que se evitaron en Nueva York y en Italia, miles. Eso está muy claro”, afirmó, en presencia de la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum.

En el artículo ‘Identificando la transmisión atmosférica como la ruta dominante para la propagación del COVID-19’, publicado en la PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America), contabilizaron cuántos contagios se evitaron:

“Nuestro análisis indica que el cubrir las caras redujo el número de infecciones por más de 78,000 casos en Italia del 6 de abril al 9 de mayo, y por más de 66,000 casos en la Ciudad de Nueva York del 17 de abril al 9 de mayo”, sostiene el documento, donde hacen un comparativo en el antes y después de la implementación obligatoria del uso de cubrebocas.

En dicho documento detalla que existen varios mecanismos plausibles para transmitir los virus de persona a persona.

“La atomización de partículas que contienen el virus ocurre al toser o estornudar y también al respirar y al hablar por una persona infectada. Estos mecanismos producen gotas grandes y aerosoles pequeños, que convencionalmente se distinguen por ser mayores o menores de 5 micras, para caracterizar sus distintas eficiencias de dispersión, sus tiempos de residencia, y sus mecanismos de deposición en el sistema respiratorio humano.

“La transmisión del virus ocurre ya sea directamente (depositados en personas) o indirectamente (depositados en objetos) por medio de las gotas o de los aerosoles. Las gotas grandes se depositan fuera del aire causando la contaminación de los objetos o de las personas; por contraste, los aerosoles se dispersan eficientemente en el aire. Mientras que la transmisión por contacto directo o indirecto ocurre a cortas distancias, la transmisión por medio de los aerosoles puede ocurrir a distancias y tiempos extendidos. Los aerosoles infectados se pueden depositar directamente en el conducto respiratorio de los humanos”, sostiene el artículo.

Por ello, destacó que la Organización Mundial de la Salud estaba en un error al señalar que sólo era recomendable para las personas que estaban enfermas.

“Lo que no reconocían y están reconociendo ahora es que no solamente son estas gotas, sino los aerosoles, los que no se ven, los que transmiten el virus. Por fortuna se puede parar con las máscaras. Hay una diferencia enorme al usar el cubrebocas con respecto a lo que decía la Organización Mundial de la Salud, que antes pensaba que nada más era importante ponerse la máscara si es que uno está enfermo para no contaminar a la gente.

“No, eso es un grave error, nosotros lo que demostramos es que son muy importante el uso de las máscaras, no nada más si estoy enfermo para no pasarle las gotas a otras personas, sino simplemente al hablar”, sostuvo.

Señaló que no es necesario un N-95, como el que usa el personal de salud en hospitales que atienden este tipo de pacientes, sino uno con doble capa puede ayudar cuando alguien salga a la calle. (EL FINANCIERO)

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