La declaración de guerra vs la Alemania Nazi
En esta ocasión te platico que el mundo se encontraba en guerra en el año de 1942, por un lado Japón atacó a los Estado Unidos, por el otro los países del eje, entre ellos la Alemania nazi seguian avanzando. Ese año, el 13 de mayo, un submarino nazi hundió a una embarcación mexicana llamada “Potrero del Llano”, que por cierto poco más de un año antes se lo habiamos confiscado a los italianos, pero esa no es la historia de la que te quiero platicar. Siete días después, el buque petrolero “La Faja de Oro”, fue hundido por un torpedo nazi, por cierto también este navío fue incautado a Italia integrante de los países del eje, pero tampoco es la historia de la que te quiero platicar.
El presidente de México, General Manuel Ávila Camacho, tomó la decisión de declararle la guerra a las potencias del eje y así dejar de ser un país neutral en el conflicto mundial. No había tiempo para vacilaciones, no había espacios para regatearle el apoyo de todo México, de los estado de la república al Ejecutivo Federal, por ello sin titubeo alguno el señor presidente, buscando el apoyo de todos los integrantes del pacto federal, al amparo de nuestra, giro instrucciones al ejercito, para que la autoridad maxima de cada estado firmara el apoyo.
Tan rápido como una orden del comandante supremo de las fuerzas armadas, un pelotón destacamentado aquí en esta hermosa ciudad de Saltillo se dirigió a buscar al gobernador, quien era el General Benecio López Padilla, sin embargo este se encontraba en la capital del país. En aquellos años, localizar a una persona no era como ahora cuestión de instantes, en ocasones hasta semanas se tardaban en localizarla. Por ello, al no estar localizado el gobernador, el mismo pelotón se dirigió a la presidencia municipal, ubicada en aquel entonces en Aldama e Hidalgo, para buscar al Sr. Ricardo Villarreal, quien fungiá como Alcalde, pero tampoco se encontraba en la ciudad, por lo que lo militares se dirigieron a la calle de Victoria y Padre Flores para buscar al primer regidor, siendo este el doctor Rodolfo Garza. Cuando abrieron la puerta, el sargento al mando del pelotón preguntó por el primer regidor, sin decir el motivo, a lo que le contenstaron que se encontraba realizando una curación en la vecina ciudad de Monterrey. El militar preguntó entonces por el segundo regidor, quien era el señor Antonio Flores Barajas, informándole que vivia en la calle de Escobedo a un costado de la cantina, hasta donde se traslado entonces el pelotón.
Al llegar a la casa de Antonio Flores Barajas, quien, al no encontrarse en la ciudad ni el gobernador, ni el alcalde, ni el primer regidor, sería considerado la autoridad máxima en la capital del estado, el sargento toco con firmeza la puerta. Don Antonio abrio la puerta y el sargento le pidio de favor que los acompañara, momento en el cual el funcionario, sin saber para que lo buscaban, empezó a rezar, pensando en todo, hasta en un fusilamiento.
Sin decirle a donde lo llevarían, lo escoltaron hasta la presidencia municipal, abriendo con cierta violencia el despacho del Presidente Municipal, ordenandole que se sentará en la silla de la autoridad, momento en el cual el sargento le extendió una hoja, solicitando de manera no tan amable que firmara el consetimineto de Coahuila para que el presidente de la República le declarará la guerra a la Alemania nazi.
Ese día 22 de mayo de 1942, a las 8 de la noche, el presidente de la República le declaró la guerra a los nazis.
Esta es la historia del Saltillense, don Antono Flores Barajas, que por ser la autoridad maxima presente en Saltillo, fue quien firmó el consetimiento de parte de los coahuilense para que México le declarara la guerra a los nazis.
Autor
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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