Con la carabina al hombro
En el municipio de Matamoros, muchos empiezan a dudar que Horacio Piña, logre terminar el periodo de tres años para el que fue electo, porque cada día se suman irregularidades dentro de su administración, misma que ha resultado decepcionante para la mayor parte de los ciudadanos que buscaban desesperadamente un cambio y les ha resultado peor el remedio que la enfermedad.
De hecho, al menos un par de las más recientes cuentas públicas presentadas, no le han sido aprobadas por el Cabildo porque, afirman, vienen plagadas de irregularidades, lo que al cabo va a tener que requerir de la revisión por parte del Congreso y de la Auditoría Superior del Estado.
Esta semana, un grupo de regidores del cabildo matamorense se apersonó en el Congreso del Estado, para solicitar que se abra una investigación en torno a los hechos que se vienen suscitando; pero al mismo tiempo se presentaron ya en las oficinas de la Fiscalía General del Estado para presentar una denuncia, si quiere genérica, pero denuncia al fin, por los delitos que resulten y contra quien resulte responsable.
Uno de los principales motivos por el que se ha generado el desorden financiero y administrativo, según los regidores, es por la intromisión de Alberto Piña Román, primo de alcalde, de quien se afirma que es el ‘poder tras el trono’, y quien toma las decisiones al interior de la administración con la complacencia de Horacio Piña Jr. hijo del ‘Ejote’ Piña, aquél tremendo pitcher que fue campeón mundial con los Atléticos de Oakland en 1973, convirtiéndose así en el primer mexicano en obtener el anillo de campeones en las Ligas Mayores.
Médico de profesión, pero improvisado en la política, Piña Ávila es señalado por desvío de recursos, de alteración de documentos financieros una vez que pasaron por las manos de la Comisión de Hacienda del Congreso; por la asignación de contratos por adjudicación directa a empresas supuestamente fantasmas, en las que estarían implicados amigos y familiares del alcalde matamorense.
También y este es un dato que se reveló desde los primeros meses de la administración es en el nepotismo porque tiene a una gran cantidad de familiares y amigos incrustados en la nómina, misma que también se ha denunciado que ha sido ‘inflada’ para beneficiar a ‘su gente’, para lo que incuso ha creado nuevos puestos que no aparecían en el organigrama de la administración.
La lista de señalamientos es larga, entre ellos designación de funcionarios en áreas en las que incurren abiertamente en conflicto de intereses, como el titular de transporte que es concesionario del servicio que él mismo regula; la expedición de los permisos para la venta de alcohol, que presuntamente han sido expedidos igualmente, sólo a familiares y amigos del alcalde.
Y, respecto de éste último punto, los regidores afirman que como si fuera un recaudador alterno, ‘El Beto’ Piña cobra por órdenes directas del alcalde, el ‘derecho de piso’ a quienes tienen venta de alcohol en la zona rural y cuyo monto en su conjunto equivaldría a cerca de 120 mil pesos mensuales.
De acuerdo con los señalamientos, el primo del alcalde además cobra comisión a quienes quieran ser contratistas o proveedores del ayuntamiento de Matamoros, amenaza a quienes no se someten a sus caprichos, y ha entrado en conflicto directo con el tesorero municipal.
Por todas esas y más lindezas que han venido ocurriendo desde que inició la actual administración matamorense, muchos en la tierra del melón y la sandía, han empezado a cruzar apuestas sobre el tiempo que Horacio Piña puede permanecer en el puesto, y aunque lo de los plazos varía mucho, en lo que coincide la mayoría es que lo más seguro es que no termine los tres años para los que fue electo.
De hecho, muchos lo equiparan Felipe Medina, otro ex alcalde matamorense y también médico de profesión. La única diferencia que les encuentran, es que aquel sí fue a dar a la cárcel, y éste no…todavía, aunque hay quienes piensan que puede tener el mismo destino.
Piña Ávila fincó en gran parte el éxito de su campaña, que lo llevó a obtener el triunfo en las urnas por primera vez para el candidato de un partido distinto al PRI, gracias al cariño y respeto que siempre los matamorenses le han tenido al ‘Ejote’ Piña’, quien trascendió además por haber lanzado en las Ligas Mayores un juego sin hit y otro perfecto.
El hartazgo de la gente como en muchas partes del país, contra el priismo, aunado a la imagen que proyectaba el candidato al ser el hijo de Horacio Piña, hicieron abrigar esperanzas a los matamorenses que podrían venir tiempos mejores, y lo único que ha generado es decepción, porque siguió realizando exactamente las mismas prácticas que tanto se criticaba como oposición.
Habrá que ver cuál es el curso que se le dará a las denuncias realizadas por los regidores matamorenses, si verdaderamente se inician las investigaciones que solicitaron, tanto ante la Comisión de Hacienda del Congreso local, y en la Fiscalía General del Estado, y de ser así, qué rumbo vayan tomando las cosas.
Lo que sí es cierto, es que el alcalde deberá empezar a ir con más prudencia y responsabilidad, no vaya a ser que con tanto lanzamiento lo vayan a ponchar, y hasta lo anden dejando con la carabina al hombro.
@JulianParraIba
Autor
- Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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