Ingreso Básico Universal
Se dice que los tiempos sin precedentes exigen una respuesta de la misma índole. La situación actual de la pandemia, ha dejado claro que en un futuro no muy lejano, nuestra economía deberá de reformarse para hacer frente a la disrupción y continuo cambio que genera afectaciones directas a gran parte de la población, las cuales seguirán resintiendo por el tiempo en que los factores político-económico definan.
En México se está cerca de llegar al millón de personas que, debido a la naturaleza extraordinaria que vive el entorno laboral, han perdido su empleo y ello ha ocasionado volver a poner sobre la mesa de debate el tema de la implementación de un Ingreso Básico Universal.
El Ingreso Básico Universal es un mecanismo de asistencia gubernamental bajo el cual cada ciudadano recibe un ingreso mensual, independientemente de su edad o situación laboral. Así como se lo imagina. Se trata de recibir un cheque por parte del gobierno que contenga una remuneración que cumpla con el mínimo vital de manera mensual, regular, incondicional y, como su nombre lo dice, universal.
En el panorama mundial, el IBU ya ha sido materia de discusión en los Congresos y/o Parlamentos de países considerados de primer mundo, pero a la fecha no existe un país que cuente con la aplicación plena de dicha política pública.
El escenario más cercano a su implementación se dió durante el período 2017-2019 en Finlandia, donde a través del método de experimentación controlada, se seleccionó como grupo experimental a 2,000 personas del total de personas desempleadas en el país, brindándoles 560 euros mensuales por un periodo de tiempo determinado y con base en ello estudiar las conductas y bienestar en comparación con el resto, denominado grupo de control.
La Universidad de Helsinki, realizó un estudio con base en los resultados publicados y un aspecto a considerar que se vislumbra gracias a dicho análisis, es el impacto positivo que tuvo la implementación del IBU en la felicidad y salud del grupo experimental; pero al mismo tiempo un nulo impacto en algo que uno daría por hecho, que aquellos que recibieron un ingreso básico contarían con mejores incentivos para trabajar, pero la realidad fue que no. Del estudio se arrojó que no existieron diferencias estadísticamente significativas contra las obtenidas del grupo de control.
Y es ahí donde quisiera centrar este comentario.
Lo que en mi opinión origina este nulo ánimo por aspirar a más de un ingreso, radica en la diferencia entre implementar una renta básica como el IBU, a ofrecer un Seguro de Desempleo. El primero, como ya se dijo, se obtiene por el simple hecho de ser ciudadano de un país; en cambio el segundo, cuenta con una serie requisitos burocráticos – los cuales le dan un punto a favor del IBU – que en esencia vale la pena señalar uno: mientras la persona se encuentra enlistado en el programa, es deber del beneficiario comprobar su interés en la búsqueda de ofertas en el mercado laboral.
Siendo franco, lo que plantea la oposición pareciera que ingresa más en el grupo de un Seguro de Desempleo, o bien, en la posible aprobación de un Paquete de Ayuda Económica como lo hizo Estados Unidos, por ejemplo. En México, quienes plantean la iniciativa pretenden que se brinde el beneficio durante el periodo de tiempo que duren las medidas de mitigación de la pandemia, y un poco más, – así lo dicen- lo cual rompe con la regularidad que caracteriza al IBU.
En fin, que el tema de la implementación de un IBU en nuestro país se encuentre nuevamente en la mesa de debate es sin duda interesante, sobre todo cuando es fecha en la que no se cuenta con un apoyo económico directo por parte del Gobierno Federal, ante la crisis generada por el COVID-19, que existe quien diga que si los hay, pero estos no van más allá del aumento de capital a los programas sociales ya existentes para que cuenten con mayor alcance, pero focalizado a sectores determinados de la población. Lo mismo pasa con la ayuda hacia los pequeños y medianos empresarios cuya ayuda no va más allá de la obtención de créditos. Todo esto ante una crisis que, como dije al inicio, son diversos los factores que determinarán su duración, pero es una realidad que el panorama no refleja pronta terminación.
Reciban un saludo, muchas gracias.
Nos leemos la siguiente semana.
@Dan_Fdz