OPINIÓN

ALGO QUE VALE LA PENA LEER

Por

23 abril, 2020

Palabra escrita, gesto de la voz

Ante la actual situación que vivimos, bien podría actualizarse la frase de Samuel Becket «Las palabras son todo lo que tenemos», con un pequeño agregado, la palabra “escrita” es todo lo que tenemos. El distanciamiento social nos está llevando a eso. Y es que ya sea que estemos realizando trabajo desde casa o bien, nos comuniquemos con los demás a través de las redes o mensajería telefónica, el buen o mal uso de las palabras que utilicemos puede llegar a cambiar radicalmente el sentido del mensaje que pretendemos comunicar. De ese tamaño es la importancia de saber transmitir nuestra intención a través de lo que escribimos.

Un acento, una coma, escribir sólo con mayúsculas, parecerían nimiedades. Pero lo cierto es que en el razonamiento mental de nuestro receptor, una sola palabra posee la fuerza de transmitir emoción, tono, volumen o énfasis, tal y como los que empleamos en el diálogo oral. Las palabras no sólo tienen un significado, dependiendo del contexto e incluso, de la forma en la que conocemos a una persona, leer un mensaje suyo nos lleva a imaginar su voz tal y como si nos estuviera hablando, es decir, las palabras sin duda, portan carga emocional en función de cada emisor.

Henri Poincaré, escribió bien que: «Una palabra bien elegida puede economizar no sólo cien palabras, sino cien pensamientos». Y si a lo anterior agregamos además, que a diferencia de la comunicación oral, la palabra escrita hoy en día es fría, está congelada en una pantalla que adolece del otrora sello distintivo que imprimía la fuerza de la escritura “a mano”, escoger bien las palabras resulta fundamental. Tan es así que el empleo de emoticones o “stickers”, hoy ha venido a suplir ese efecto emocional. Lo interesante es que no se precisa de un curso profesional para escribir bien, la mejor manera de hacerlo es leyendo, haga la prueba y en el momento adecuado, su cerebro rescatará riqueza de vocabulario, ortografía, sintaxis o gramática, tan sólo gracias a la lectura, que además en estos tiempos, resulta un ejercicio por demás recomendable.

Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.