A LA BÁSCULA

Tiempo de héroes 

En los tiempos del coronavirus hay muchas, muchísimas aristas que se pueden ir desmenuzando, la mayoría con cifras, con datos duros, de infectados, de fallecimientos, de las formas, estrategias implementadas y las inversiones destinadas por los gobiernos de todos los niveles, y de todo el mundo; de picos, de curvas, de aplastamientos; de capacidades, de saturaciones, de desbordamientos y medidas como la sana distancia y el quédate en casa. Para eso habrá tiempos, momentos y espacios para abordarlos.

Sin embargo, me parece que, aunque también muchos lo han venido haciendo casi desde el inicio de la pandemia, bien vale la pena resaltar, porque es de suma importancia para inyectar una fuerte dosis de optimismo cuando todos lo estamos requiriendo, hablar de los muchos héroes que, en medio de esta batalla, surgen en todos los ámbitos.

Los más reconocidos por supuesto, son aquellos que todo mundo los conoce ya como los que están en la primera línea, es decir todo el personal médico, de enfermería, de camilleros, y el personal todo de las distintas áreas en el sector de la salud, públicos y privados, los cuales por una minoría ignorante y egoísta, han sido no sólo discriminados, sino agredidos verbal y físicamente, olvidando que en aras de que usted, yo y todos los mexicanos nos mantengamos alejados de los contagios, todos los días, cada día, se juegan la vida, se ponen en riesgo ellos y sus familias. Para que usted y yo y nuestras familias estemos bien.

Pero también en la categoría de héroes debemos colocar a los integrantes de los cuerpos de seguridad, de los niveles federal, estatal y municipal, a los de protección civil. A la gente que labora en los centros comerciales, en las tiendas de conveniencia y hasta en las pequeñas misceláneas, fruterías, carnicerías y todos los negocios que se mantienen abiertos para que el resto de la población contemos con alimentos.

Y qué decir de los transportistas, los choferes de las rutas urbanas y suburbanas, los taxistas. Los productores agrícolas y pecuarios, que se encargan de producir los alimentos que todos necesitamos.

Hay un segmento de la sociedad que si bien no está en la primera línea está haciendo una labor importantísima, y que es el sector magisterial. Las maestras y maestros de todo el país, de los sectores público y privado, han venido trabajando intensamente aún en el tiempo marcado como de asueto por las semanas Santa y de Pascua, con el objetivo único de salvar el ciclo escolar de millones de estudiantes de los diferentes niveles, de todo el país.

Para muchos maestras y maestros, ha sido tan novedoso como complejo ir aprendiendo sobre la marcha los esquemas y sistemas con los que se tendrá que trabajar en lo que resta del ciclo escolar. Para los de la nueva generación, las complicaciones para el manejo de programas y plataformas quizá no le resulte tan complejo, pero para los de la ‘vieja guardia’ no habituados ni familiarizados con las nuevas tecnologías, estas nuevas formas de trabajo sí les está resultando muy complejo.

Sin embargo y pese a ello, realizan un gran esfuerzo y quizá la enseñanza en estos y tiempos con los alumnos se está hasta convirtiendo en una carretera de dos vías, de ida y vuelta, porque los niños y jóvenes estudiantes tan familiarizados y habituados a las nuevas tecnologías, pueden ir compartiendo su conocimiento con sus maestros, para que estos a su vez les puedan compartir los conocimientos académicos que requieren para poder terminar ‘haiga sido como haiga sido’, el ciclo 2019-2020.

Pero también los padres de familia –debemos reconocerlo, mayoritariamente las madres- son también héroes que están aportando una gran parte de su tiempo –y su paciencia- para trabajar de forma coordinada con los maestros en la realización de los trabajos en línea. El acompañamiento de los padres en este nuevo esquema, es fundamental.

Los propios niños y jóvenes estudiantes, tienen también su grado de heroísmo, han aguantado en su mayoría el confinamiento en casa, de golpe y porrazo tuvieron que dejar ir a la escuela, de ver a sus amigos, a sus abuelitos, a gran parte de su familia; no puede salir de paseo, ni a diversiones y ni siquiera a hacer deportes. A ellos también les está costando cumplir con el quédate en casa y mantener la sana distancia.

Pero hasta ahora la mayor parte de los diferentes segmentos de la sociedad, han aportado su granito de arena, muchos de ellos asumiendo una actitud heroica que vale muchísimo la pena reconocer, ponderar, elogiar. Vivan nuestros héroes.

 

laotraplana@gmail.com

 

@JulianParraIba

Autor

El Heraldo de Saltillo
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