Analizan factores biológicos que reducen capacidad de aprendizaje

 

 Investiga Cinvestav procesos neuronales relacionados con la senilidad que dificultan adquisición de nuevo conocimiento pero aumentan facultad de discernimiento

“Más sabe el diablo por viejo que por diablo”, refiere el tradicional dicho mexicano que hace relación al conocimiento que tienen las personas maduras. Un axioma que, gracias a un estudio del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), ahora tiene bases científicas.

El proyecto de investigación, desarrollado en el Departamento de Farmacobiología de la Sede Sur del Cinvestav, analiza las causas que por las que niños y jóvenes tienen mayor facilidad de aprendizaje, pero es la gente madura quien posee mejor capacidad analítica y de discernimiento.

Los procesos de aprendizaje y recuerdo ocurren en una región del hipocampo conocida como giro dentado y área CA3. La alteración en su actividad durante el envejecimiento fue lo que llamó la atención del grupo de investigación del Cinvestav dirigido por Emilio Galván Espinosa.

Lo que ha identificado el grupo científico es que la comunicación neuronal en esta región del cerebro disminuye durante el envejecimiento, lo que repercute en la dificultad de generación de nuevas memorias, aunque también han encontrado un reforzamiento en la comunicación entre neuronas de CA3, responsables del proceso de asociación de recuerdos y razonamiento.

Sin embargo, señala Galván Espinosa, ambas funciones no operan de la misma forma durante toda la vida. Conforme se entra a la edad madura, las neuronas de CA3 pierden facultad de procesar nuevo conocimiento, pero aumentan la asociación de recuerdos o conocimiento adquirido con anterioridad.

Pero la reducción en la capacidad de aprendizaje no sucede por igual en todas las personas, pues en aquellas que han tenido a lo largo de su vida una dieta sana y han realizado ejercicios físicos y mentales (lectura, por ejemplo) tarda más en hacerse presente.

En ese sentido, subrayó que los malos hábitos de vida impactan negativamente en el metabolismo neuronal, que terminan siendo acumulados en las células y esto, a su vez, afecta en la comunicación entre las neuronas.

Para estudiar los procesos de comunicación neuronal que ocurren durante el aprendizaje y razonamiento, el grupo del Departamento de Farmacobiología del Cinvestav emplea modelos animales (roedores) que representan los periodos de infancia, adultez y senilidad en los hombres.

El método empleado es sustraer el cerebro del animal, diseccionarlo, colocarlo en un medio acuoso especial para “mantenerlo funcionando”, y de esa forma tener la posibilidad de analizar la comunicación entre las neuronas, al medir la cantidad de receptores, células inhibidoras o intensidad de su carga eléctrica.

“Una vez que entendamos qué es lo que sucede en los proceso bioquímicos a nivel neuronal, tendremos la posibilidad de hacer propuestas para revertir el proceso de disminución de capacidad de aprendizaje, como recomendar la administración de fármacos que estimulen a la comunicación entre las células nerviosas”, apuntó Galván Espinosa.

A nivel mundial, son pocas las investigaciones que realizan estudios neuronales tan precisos como los realizados por el Departamento de Farmacobiología del Cinvestav, ya que al emplear técnicas de electrofisiología básica les permite entender los procesos químicos y eléctricos que ocurren en este tipo de neuronas.

De hecho, el grupo de investigación lleva años realizando este tipo de pruebas, lo que se traduce en una alta capacidad científica de los investigadores nacionales. El estudio cuenta con la aportación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y, principalmente, del propio Cinvestav. (CINVESTAV)

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Agencias