A LA BÁSCULA

Metiche y preguntón 

De manera escalonada, ha anunciado el gobierno mexicano, a partir del 1 de junio, podrían empezar a recuperarse las actividades económicas y sociales, aunque en aquellas zonas donde hay una baja transmisión, podrían reiniciar actividades a partir del 17 de mayo, entre ellas el regreso a clases. Todo ello basado en la opinión de especialistas, expertos, científicos, los mismos que en otros momentos fueron descalificados desde lo más alto de la cúpula de nuestro país.

Ojalá que estas proyecciones, lleven además su dosis respectiva de previsión para no dar un paso en falso que nos pueda hacer más caro el caldo que las albóndigas. De pronto da la impresión que, en todo el orbe, los líderes mundiales están empujando para tratar de aplastar la famosa curva, así sea de manera artificial, para frenar la caída y buscar la reactivación de las economías.

En el caso de nuestro país, cuando todavía no terminamos de hablar de la llegada de la peor parte, todavía nos dicen que lo peor está por venir, que el camino que llevamos pudiera hacernos llegar al colapso de los sistemas de salud en el país, que tenemos que estar preparados porque ya es cuestión de horas que para que se haga la declaratoria del ingreso a la Fase 3, y ya estamos pensando en levantar la emergencia, dos meses antes de que nos empiecen a llegar la mayor parte de los respiradores artificiales -2 mil 050, de los 2 mil 711- que supuestamente adquirió en China el gobierno mexicano, y que se estima estarían llegando entre julio y agosto a nuestro país. Como que baja el cero y no contiene.

Estamos pensando en levantar la bandera blanca, cuando se da una intensa disputa entre los gobiernos federal y estatales por la entrega de apoyos a cada una de las entidades. Se han armado sobre los dimes y diretes de que ya han sido entregados, y los desmentidos y puntualizaciones del sólo otorgamiento de recursos ordinarios, para enfrentar una situación extraordinaria.

Estamos pensando en volver a la normalidad –si es que algún día logramos hacerlo, después de la pandemia-, en medio de una permanente disputa y reclamos de trabajadores del sector salud de clínicas y hospitales del sector salud –no, no son fifís, ni conservadores, ni adversarios ni miembros de la mafia del poder-, que se mantienen valerosa y heroicamente a pie juntillas en la primera línea de combate, a quienes en la mayor parte del país se les ha mandado a la guerra sin fusil, sin el mínimo de condiciones higiénicas y de seguridad para que puedan trabajar salvando vidas, con el consecuente número de bajas que se podrían haber evitado si se les hubiera equipado y capacitado a tiempo.

Algunos quizá ya hasta estén pensando en quiénes serán sus invitados a la carnita asada del festejo de volver a ser libres, cuando a nuestros médicos, enfermeras y personal del sector salud se les entrega para enfrentarse al peligroso Covid-19 ‘material quirúrgico’ de la más ínfima calidad, con ‘batas’ y ‘cubre bocas’ tan raídos que se puede ver a través de ellos. Aunque haya desmentidos de que ese material no ha sido enviado para personal médico, sino para quienes están en la recepción de los hospitales, el documento de entrega es bien claro: ‘material quirúrgico’, y si fuera eso cierto, ¿hasta cuando se entregará lo desde hace mucho urgente por necesario a nuestros médicos, enfermeras, camilleros?

El secretario de Salud de Durango, Sergio González, dice que, en la entidad, jamás se entregaría ese material al personal de ‘primera fila’ y, lo que es más, ni siquiera a recepcionistas, o personal de oficinas.

Uno espera que sea cierto –aunque hay lugar a muchísimas dudas-, eso de que este no es el material que se le compró a China, que es un donativo, y si es así ¿Por qué no muestran y hacen la entrega pública así sea de manera virtual, del material que ha estado llegando procedente de China por la vía aérea? O como ¿hasta cuándo llegará el material que necesitan nuestros médicos y enfermeras? Porque ya estamos pensando en cómo volver, así sea paulatinamente, a las actividades ‘normales’.

Si ya estamos pensando y hasta proyectando el reinicio de las actividades ¿como para qué se están estableciendo convenios con hospitales privados, hoteles y hasta centros de negocios privados, así como el levantamiento de hospitales portátiles para atender casos de Covid-19 porque se prevé el desbordamiento y rebase de nuestros sistemas de salud?

Digo, son dudas que se plantea uno, nada más por metiche y preguntón.

¿Pero no sería mejor primero cazar la liebre y después hacer el caldo? Porque pareciera que estamos imaginando cómo cocinarla, ya juntamos todos los ingredientes, las verduras están partidas, ya el agua está hirviendo, pero no tenemos la liebre…y lo peor es que pareciera que ni siquiera sabemos dónde hay liebres para cazar.

 

laotraplana@gmail.com

 

@JulianParraIba

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El Heraldo de Saltillo
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