En una ceremonia efectuada a puerta cerrada en la Catedral de Santiago y presidida por el obispo de Saltillo, Raúl Vera López, por el Domingo de Ramos, que según la tradición católica alude a la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén sobre un burro mientras era aclamado por una multitud, se concluyó con el período cuaresmal para dar inicio a una histórica Semana Santa que se celebrará sin fieles en las iglesias de Saltillo y el mundo.
Con ramos que simbolizan la renovación de la fe en Dios, el máximo representante de la Iglesia Católica en la capital coahuilense −quien se acompañó de hermanas de Stella Matutina de la comunidad de Saltillo y de Guillermo Alvarado Rodríguez, vicario de la Catedral− pidió fortaleza para afrontar la emergencia sanitaria derivada del covid-19.
«Le pedimos a Dios que la celebración de la muerte y resurrección de su hijo, que nos recuerda y nos hace vivir nuevamente los misterios centrales de nuestra fe, nos dé fortaleza para vivir los momentos difíciles por los que pasa nuestra patria y el mundo entero, me refiero a la pandemia del coronavirus», dijo el obispo de Saltillo, Raúl Vera López.
«Pero tenemos grandes motivos de esperanza al entrar a la Semana Santa este día (domingo), escuchando la palabra de Dios (…). Nosotros estamos celebrando ahora la Pascua, entramos a las celebraciones de la Pascua de Jesús con la Semana Santa, pero antes nos hemos preparado durante 40 días con la Cuaresma», agregó. (OMAR SOTO)





