Luego del sonido de las campanas de la Catedral de Santiago y otros templos católicos de la Diócesis, que llamaron a los fieles católicos a unirse de manera simbólica a la celebración de la Hora Santa Penitencial −celebrada como preparación para la Semana Santa− que se realizó la tarde de este viernes en el inmueble religioso a puerta cerrada, el obispo de Saltillo, Raúl Vera López, pidió por la erradicación de la pandemia de coronavirus covid.19 en el mundo.
El máximo representante de la Iglesia Católica en la capital coahuilense, quien al inicio de la ceremonia se arrodilló frente a la imagen de Nuestra Señora de los Dolores −que según la tradición es una de las advocaciones por las cuales se venera a la Virgen María y representa su dolor por el sufrimiento de Jesús durante su tránsito a ser crucificado−, clamó por el término de esta enfermedad infecciosa que aqueja a la humanidad, al tiempo que llamó a la feligresía a un examen de conciencia para ser mejores católicos y ciudadanos.
El obispo, opinó que esta emergencia sanitaria es consecuencia de la falta de compromiso de los creyentes con la Iglesia, por lo que urgió a que la comunidad católica se acerque a Dios y su doctrina, y que reconozca sus faltas para enmendarlas. Asimismo, insistió en que la desigualdad social y económica son factores que desembocan en la falta de tratamiento de lo que calificó como una «crisis espantosa».
Por último, abogó por la generosidad de la ciudadanía en general para apoyar a los más desfavorecidos con algún apoyo alimenticio o económico. Además, pidió la comprensión de quienes rentan sus propiedades y viviendas para no desalojar a sus inquilinos por falta de pago, haciendo referencia a quienes en estos momentos no cuentan con un ingreso fijo para solventar sus gastos.
«Los países que parecían más poderosos en la Tierra, no alcanzan hoy para atender a tantos enfermos, no tienen centros hospitalarios (…). Tenemos que hacer un examen de nuestros pecados personales, pero también de nuestros pecados que tienen que ver con el conjunto social (…). Le pedimos al Señor que nos salve de esto», dijo el obispo de Saltillo, Raúl Vera López.
«Hagamos con toda verdad ante Dios un acto de compulsión, con una decisión de cambiar nuestra vida. Frente a nosotros hoy se cierne una de esas consecuencias fatales de un mundo construido al revés, un mundo construido en sentido contrario a lo que debe ser la construcción social, a lo que debe ser la construcción de la historia humana según la mente de Dios», agregó. (OMAR SOTO)
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