Personal de salud, frente de batalla de una epidemia

 (Xinhua/Fei Maohua) (jg) (vf) 

Para los que forman parte del personal de salud, existe la doble responsabilidad de cuidar de los otros y de ellos mismos

Ciudad de México.- La epidemia de coronavirus nos mantiene a todos, preocupados. Es importante recordar que hay una nota inicial de tranquilidad: con la información que contamos sabemos que 80% de quienes se infecten no tendrán un problema serio y algunos incluso no lo van a notar; menos del 5% tendrán una enfermedad grave, que pueda requerir manejo en unidades de cuidado especializado. Pero que nadie se equivoque, nos enfrentamos a una de las mayores crisis de salud en generaciones y no debemos minimizar el problema.

UNAM Global publicó que si dejamos al virus a su evolución natural, sin extremar nuestras precauciones, podríamos llegar a condiciones críticas y al colapso del sistema de salud y de las instituciones sociales, como está ocurriendo ya en varias partes del mundo. Si enfermas procura no contagiar a los demás, quédate en casa a una sana distancia de la familia, y solo en caso de gravedad acude al médico. Recuerda que las áreas de espera y atención médica son en este momento un riesgo para la salud.

Los adultos mayores de 65 años conviene que se mantengan en casa en todo lo posible, así como las personas con problemas crónicos del corazón o de los pulmones, con DM, obesidad,  con cáncer o en diálisis, o quienes están recibiendo medicamentos para deprimir su inmunidad, como los que sufren enfermedades reumáticas o esclerosis múltiple.

Debemos mantenernos informados de las indicaciones de la autoridad de salud pues esta debe ser la guía de mayor credibilidad. Acatemos sus recomendaciones.

Por su parte, además de informarnos constantemente, la autoridad tiene mucho que hacer. Una de sus guías es el resultado de las pruebas de laboratorio que le sirve como instrumento de navegación para medir la actividad en todo el país. Es además la autoridad de salud la principal encargada de preparar los hospitales y sus áreas críticas para que puedan contender en los limites de lo posible con la intensificación de la epidemia.

El personal de salud es el frente de batalla de una epidemia; Para los que formamos parte de él existe la doble responsabilidad de cuidar de los otros y de nosotros mismos. Apeguemos estrictamente nuestro trabajo a las buenas prácticas de protección personal. Es fundamental cuidar de nosotros mismos para poder mantener el cuidado que la sociedad nos requiere.

La situación es difícil, pero enfrentémosla con ecuanimidad; el temor es natural y todos lo tenemos, pero no caigamos en el pánico que paraliza. Somos un país fuerte y habremos de superar este inmenso reto. (UNAM GLOBAL)

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Agencias