Resalta la importancia de adoptar medidas educativas complementarias para evitar rezago escolar
Ciudad de México.- Mantener la continuidad educativa entre la población infantil y adolescente es crucial para su futuro, señaló este martes UNICEF, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, ante la inminente suspensión de clases en México para contener el contagio del COVID-19.
La ampliación del período de vacaciones a partir del 23 de marzo debe ir acompañada de medidas que permitan que niñas, niños y adolescentes adquieran los conocimientos necesarios para aprobar el año lectivo correspondiente, indicó la organización, recibiendo positivamente esfuerzos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en ese sentido.
“Saludamos la iniciativa de la Secretaría de Educación Pública de poner en marcha una estrategia de educación a distancia, electrónica y digital dirigida a mantener y recuperar aprendizajes, pues el derecho de niñas, niños y adolescentes a la educación y al fomento de su desarrollo pleno no cesa en situaciones de emergencia”, dijo Christian Skoog, Representante de UNICEF en México.
“Continuar con la educación de forma estructurada en situaciones de contingencia como ésta no sólo protege el aprendizaje en sí, si no que brinda a niños, niñas y adolescentes una sensación de normalidad que les ayuda a superar la disrupción causada en sus vidas por la interrupción de sus rutinas habituales y a enfrentar mejor la preocupación causada por la situación que se está viviendo”, explicó.
En conversación con las autoridades educativas federales, con el fin de apoyar los esfuerzos del país por mitigar los efectos del COVID-19, UNICEF ha identificado tres áreas prioritarias:
1.- Apoyar la continuidad educativa y el aprendizaje a distancia mediante metodologías internacionales y materiales que permitan trabajar contenidos curriculares por medio de métodos no presenciales.
2.- Apoyar la comunicación y difusión de mensajes clave en temas como lavado de manos, identificación de síntomas, autocuidado y prevención de la discriminación contra posibles afectados por el virus – particularmente niñas y niños – por medio de esfuerzos de difusión a través de los Consejos de Participación Escolar, por ejemplo, como ha indicado la SEP.
3.- Trabajar con la comunidad escolar el componente de salud mental y acompañamiento psicoemocional durante la emergencia, a partir de pedagogías y didácticas lúdicas. Esto permitirá a directivos, docentes, padres y madres de familia entender mejor este proceso y abordarlo con información clara, científica y adecuada a la edad y etapa de desarrollo de niñas y niños.
“Entender que está pasando ayuda a que niñas, niños y adolescentes venzan el miedo al COVID-19 pero sin bajar la guardia. Antes y durante esta suspensión de la actividad escolar, educadores y cuidadores deben alentar a que se hagan preguntas y se compartan sentimientos, así como explicar que las dudas e inquietudes son normales”, dijo Skoog. “Es especialmente importante ofrecer información basada en evidencia, adecuada a la edad y madurez de cada niña o niño, y que contribuya a la adopción de medidas de higiene y contención, tanto para protegerlos como para reducir el contagio en general”.
UNICEF continuará trabajando con la SEP a nivel federal y estatal tanto en lo referente a medidas preventivas ante la propagación del virus como en cuanto a la continuidad de la educación, dada la experiencia de la organización en situaciones de pandemia y otras emergencias a nivel mundial. (UNICEF)
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