Detienen a homicida prófugo; era protegido por el Obispo de Saltillo y su asistente

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1 marzo, 2020

Este sábado fue detenido Miguel “N”, quien fuera sentenciado a 39 años y seis meses de prisión por haber asesinado a un taxista en 2003 y el cual, luego de haber sido preliberado el año pasado, y de violar los términos de su preliberación, fue capturado este sábado en el momento en que se encontraba acompañado por el Obispo de Saltillo, Raúl Vera López, quien aparentemente lo tenía escondido para evitar que fuera recapturado una vez que se giró orden de aprehensión en su contra.

Como se recordará, este sujeto asaltó y mató a sangre fría a un taxista hace 17 años, por lo cual fue sentenciado a 39 años de prisión y recluido en el penal de Saltillo, en dónde conoció a la señora Jaqueline Campbell cuando esta impartía ahí un curso de periodismo. Esta mujer, junto con el Obispo, consiguieron que Miguel “N” fuera preliberado el año pasado tras cumplir solo 10 de los 39 años a los que estaba sentenciado, supuestamente porque ya se había regenerado.

En 2019, Miguel “N” obtuvo su libertad condicional y, gracias a la recomendación del propio Obispo, fue contratado en una panadería de Saltillo, misma que este sujeto en compañía de dos cómplices asaltó a los pocos días de haber ingresado a laborar, con lo cual violó flagrantemente las condiciones de su preliberación, por lo que un Juez le concedió a la Fiscalía General del Estado de Coahuila una orden de aprehensión para que fuera recapturado. Desde ese momento, Miguel “N” era considerado prófugo de la justicia, pero aparentemente, el Obispo lo mantuvo oculto para evitar su captura, lo cual podría tipificarse como delito de encubrimiento.

Lo anterior se concluye luego de que este sábado, Miguel “N” se presentó a firmar al penal acompañado por Raúl Vera López, quien evidentemente conocía su paradero a pesar de que se le consideraba prófugo, pero al llegar al pena fue aprehendido en cumplimiento de la orden judicial en su contra, por lo que ahora deberá purgar el resto de su sentencia, y el Obispo deberá explicar el porque, pese a saber que Miguel “N” se encontraba prófugo, no dio aviso a las autoridades de su paradero. (EL HERALDO)