Recomienda IMSS comer con mesura en temporada navideña y de año nuevo

Foto: Pixabay 

Una cena navideña puede tener hasta 2 mil calorías por lo que es necesario servirse en cantidades moderadas

Hasta cuatro kilogramos de peso o más  pueden alcanzar las personas que exceden el consumo de platillos, bebidas azucaradas y embriagantes en la temporada decembrina, de ahí que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), exhorta a su derechohabiencia a mantener una sana alimentación para evitar efectos adversos.

La nutrióloga adscrita la Unidad de Medicina Familiar (UMF), No. 9, Elva Guadalupe González Valdez, expuso que lamentablemente las posadas, las reuniones familiares, las cenas con amigos y la cena de navidad y fin de año, dejan secuelas en materia de salud.

Aclaró que en términos generales no existe platillo tradicional que esté prohibido, sin embargo es indispensable que se tomen acciones para evitar comer en exceso y se le dé seguimiento a la sana alimentación, compuesta de proteínas, así como frutas y verduras.

Una cena navideña puede tener hasta 2 mil calorías por lo que es necesario servirse en cantidades moderadas –no más de dos veces-, elegir y balancear las comidas, precisó la nutrióloga, quien aclaró que tampoco se trata de quedarse con las ganas de degustar los manjares de diciembre.

Los tamales, el pozole, el menudo, el pavo -con pasta, puré de papa y gravy-, la carne asada, los frijoles charros, están entre los platillos más populares que se degustan en las fiestas decembrinas, sin embargo el abuso en su ingesta genera problemas de salud, en personas con enfermedades crónico degenerativas.

Aunque las tentaciones son constantes, la gente debe de tener conciencia de lo importante que es elegir, durante la cena navideña o de fin de año, ya que algunos pacientes asumen que pueden consumir grasas, azucares y harinas todo el mes y recuperarse en enero.

Una estrategia sería llevar un plan de alimentación saludable en diciembre y los días de fiesta comer un poco más, sustituir las carnes rojas por blancas, como pavo o pollo, que además pueden asarse y son excelente fuente de proteínas.

Platillos como el pozole, pueden cocinarse con pechuga de pollo o de pavo y en el caso de los frijoles charros deben evitarse los “cueritos” de cerdo y utilizar el chicharrón de puerco deshidratado, el pavo debe acompañarse siempre con verduras y olvidarse del gravy.

Entre los alimentos menos recomendables está el menudo que tiene mucha grasa saturada, el puré de papa, postres altos en azúcares y carbohidratos, los refrescos y las bebidas embriagantes, concluyó. (EL HERALDO)

 

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El Heraldo de Saltillo
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