EN EL TINTERO

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Sin pretextos 

Vaya obsequio que le envió el Papa Francisco al Obispo de Saltillo, Raúl Vera López, el pasado martes cuando Monseñor tenía lista una rueda de prensa para brindar su apoyo y respaldo total a su colaboradora Jacqueline Campbell.

El tema que estaba interesado en impulsar en favor de su amiga pasó a segundo plano, cuando el mismo día surgieron otros temas de gran interés social: ¿Por qué tanto empeño en defender a alguien que se dice víctima y ni un sólo esfuerzo por los cientos de niños que fueron violados por sacerdotes que pertenecieron y pertenecen a su Diócesis?

Y es que justo ese día se dio un anuncio importante a nivel mundial para las victimas de pederastia clerical, ya que los sacerdotes y autoridades eclesiásticas ya no podrán escudarse en el llamado «secreto pontificio» en casos de violencia sexual o abusos de menores cometidos por representantes de la Iglesia Católica.

Como se imaginarán, aquello se convirtió en un mal momento para el presbítero quien no pudo explicar la incongruencia de su posición al defender una causa e ignorar cientos de otras que le han exigido justicia para que de a conocer los nombres de sacerdotes violadores y sean sujetos a procesos ante la autoridad judicial.

La pregunta fue directa por parte de varios compañeros, todos estaban interesados en el tema. La respuesta del Obispo fue un largo silencio y la falta de argumentos para explicar por qué ha callado por tanto tiempo.

El asunto no es menor, y mientras el Obispo utiliza su posición para defender la causa de su colaboradora que, hay que decir, ha incurrido en maltrato y hostigamiento hacia los medios de comunicación que les resultan incómodos; en Coahuila hay al menos 12 sacerdotes de Coahuila que están acusados de cometer abuso sexual en contra de menores.

Estas son las noticias que molestan al Obispo y a su colaboradora, pero que muy a su pesar son de interés social. Es obligación de la prensa dar voz a las víctimas como se le ha dado al señor Obispo desde que llegó a Saltillo y existe el derecho no solo de los reporteros sino de la sociedad de conocer la verdad.

Ignacio Martínez Pacheco, fue víctima de abuso por parte del sacerdote de Piedras Negras, Juan Manuel Riojas quien purga una condena de 13 años en la cárcel al acreditarse el abuso contra otro joven, Javier Calzada.

El hoy activista denunció el pasado 12 de julio ante la Arquidiócesis de Monterrey a los Obispos de Saltillo, Raúl Vera López; y de Piedras Negras, Alonso Garza Treviño, junto con otros 20 presbíteros por encubrimiento de los 12 pederastas que no han sido detenidos debido a que se han sujetado al secreto pontificio para no revelar sus identidades.

El activista también presentó otra denuncia el pasado 2 de febrero ante la Fiscalía General del estado contra sacerdotes de Monclova y Saltillo, por lo que, ante la reciente orden del Papa Francisco para eliminar el secreto pontificio, exige que se revelen las identidades de los responsables y la actuación de la autoridad para que las víctimas tengan justicia.

Ignacio confía en que con la eliminación del secreto pontificio finalmente saldrá a la luz todo lo que se ha denunciado desde el año 2012 y que, señala, ha sido encubierto por la autoridad eclesiástica impidiendo que los sacerdotes sean juzgados penalmente, incluso asegura que por lo menos cinco de ellos siguen en activo.

Raúl Vera López conoce la identidad de algunos de los violadores, pero se apegó al secreto pontificio y permitió que sigan en libertad. ¿Para ello también convocará a una rueda de prensa? Sólo falta que nos acuse de hostigamiento por cuestionarle lo que la sociedad exige saber ¿Dónde están los violadores? ¿Quiénes son y porque algunos acusados siguen en activo? Congruencia señor obispo. Nadie dice que no defienda las causas de sus amigas, pero ¿y las de los fieles? ¿Las de las verdaderas víctimas?