Reconocen más de 25 años de trayectoria científica de Carlos Coello

El especialista en computación del Cinvestav señala que las tendencias van encaminadas al desarrollo de algoritmos con aplicaciones en una amplia gama de disciplinas científicas. 

Ciudad de México.- El investigador del Departamento de Computación del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Carlos Coello Coello, se sintió atraído por la ciencia desde niño, pero fue justo antes de ingresar a la universidad cuando encontró en la computación la disciplina a la que dedicaría el resto de su vida, esto gracias a que su padre le regaló una computadora Timex Sinclair, en la cual aprendió a programar.

El pionero a nivel mundial en el campo de la optimización evolutiva multiobjetivo, quien fue reconocido con el Premio Luis Elizondo 2019, no imaginó que tres décadas después los algoritmos (conjunto de instrucciones sistemáticas que se siguen para resolver una tarea) desarrollados en su grupo de trabajo tendrían aplicaciones en el diseño de jets supersónicos y la optimización de procesos para el corte de la caña de azúcar.

O que se utilizarían en la resolución de diversos problemas del mundo real, entre ellos la ubicación de reguladores de voltaje automáticos en redes de distribución radial en Chile y el diseño del marco de una motocicleta, en Colombia.

“Hace 25 años publiqué mi primer artículo científico al respecto de la optimización evolutiva multiobjetivo (en la cual se emplean algoritmos con inspiración biológica), un área que tenía en ese entonces mucho potencial y que logró ganar relevancia con el paso del tiempo”, mencionó Coello Coello.

En los inicios de esta área de la computación, recordó, los algoritmos generaban sólo una solución ante una determinada problemática; posteriormente, surgieron otros que generaban más escenarios, pero tardaban mucho tiempo en producir resultados; esto abrió la posibilidad a realizar diversas mejoras de diseño.

“Ahora el principal reto es desarrollar algoritmos matemáticos que puedan tener una aplicación específica, como en el diseño del ala de un avión o de un fármaco”, dijo el investigador.

La clave para innovar está en entender por qué algo funciona y en descubrir métodos diferentes a los existentes para resolver problemas. Actualmente, en su grupo de investigación, intentan diseñar los algoritmos que se usarán en cinco o 10 años: más eficaces y con menor costo computacional en comparación a los actuales. Estos combinados con el mayor poder de cómputo, que estará disponible en poco tiempo, permitirán resolver problemas cada vez más complejos.

Al referirse a su línea de investigación explicó, “buscamos encontrar la mejor solución a un problema con dos o más objetivos que queremos optimizar al mismo tiempo, los cuales están en conflicto entre sí. Por ejemplo, queremos encontrar una casa ubicada en la zona más segura posible, pero cuyo costo sea, a la vez, el menor”.

Los algoritmos evolutivos multiobjetivo permiten generar soluciones que representan diversos compromisos al usuario, de entre los cuales deberá elegir uno: tal es el caso de propiedades en las que el costo sea razonable, pero haya un nivel medio de seguridad.

Adicionalmente, estos algoritmos hacen posible introducir elementos deseables adicionales como son: servicios cercanos, lugares de estacionamiento disponibles, tamaño de la casa, etc.

Al respecto de la distinción otorgada por el Tecnológico de Monterrey, en la categoría ‘Científico y Tecnológico al Sentido Humano’, por sus aportaciones en el campo de la optimización evolutiva multiobjetivo, el originario de Tonalá, Chiapas, destacó la utilidad social de las aportaciones de los computólogos que realizan investigación básica. “Y espero que el Premio inspire a otros especialistas, y principalmente a los estudiantes, a proponer nuevas ideas”.

Carlos Coello Coello aconsejó a los jóvenes que se quieren dedicar a la ciencia, “el plantearse metas, porque éstas son una especie de hoja de ruta, así como elegir cuidadosamente el área de investigación a la cual se van a dedicar, buscando por sobre todo que les apasione”.

A la fecha, el investigador cuenta con más de 480 publicaciones y ha sido acreedor a diversos reconocimientos, entre los cuales destacan su promoción a la categoría de Investigador Cinvestav 3F en 2010, el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Ciencias Físico-Matemáticas y Naturales en 2012 y el premio IEEE Kiyo Tomiyasu en 2013, siendo hasta el momento el único latinoamericano que ha recibido esta distinción. (CINVESTAV)

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Agencias