Ciudad de México.- A una semana de que termine la temporada de alta transmisión del dengue, los casos de contagio y las muertes se han disparado en México.
De acuerdo a Animal Político, en un año, los contagios pasaron de 2,933 en 2018, a 7,693 en el mismo periodo de 2019, un aumento del 262.29%, de acuerdo con el último reporte de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud.
La medición de este fenómeno también registró un aumento del 181.63% de muertes, pues para estas alturas del 2018, 49 personas habían fallecido por el padecimiento; actualmente hay 89 defunciones, las cuales pueden aumentar al cierre del año.
Desde que hubo un incremento en los casos de dengue, el gobierno federal argumentó que este no se debía a un supuesto atraso en la compra de los insecticidas contra el mosquito transmisor —conocido como Aedes aegypti—, sino que era un tema meramente ecológico.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, incluso dijo que los insecticidas se compraron a tiempo, y que los casos iban a seguir ocurriendo, “porque es un tema ecológico”.
Pero, ¿cuál es la relación con la emergencia climática?
De acuerdo con el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC) de Naciones Unidas, el dengue es la enfermedad viral transmitida por un vector (insecto) más importante del mundo y la distribución del mosquito transmisor está asociada a las condiciones climáticas, como la temporada de lluvias y altas temperaturas.
Para Avelina Ruiz, gerente de Cambio Climático del Instituto de Recursos Mundiales (WRI México por sus siglas en inglés), lo cambios que ha dejado el calentamiento global están en la distribución de lluvias dentro del país, así como el incremento de las temperaturas máximas, lo que está creando condiciones para que el mosquito transmisor sobreviva en lugares donde ante no podía.
“El Cambio Climático y el dengue no es una relación lineal, hay varios factores que están involucrados en que haya una epidemia, conforme la temperatura crece y los eventos vinculados e inundaciones aumentan, se incrementa el riesgo y se generan condiciones para formar el hábitat del mosquito Aedes aegypti o de vectores transmisores”, explica la especialista en entrevista.
Uno de estos casos corresponde a Chihuahua, que en 2018 no registró casos confirmados de dengue, pero en lo que va de la temporada de este año ya acumula 27 contagios.
De acuerdo con el reporte de la semana 42 de la Secretaría de Salud, el 70% de los casos confirmados corresponden a Veracruz, Jalisco, Chiapas, Oaxaca y Quintana Roo.
El estado más preocupante es Veracruz, con una incidencia de 87.27 casos por cada 100 mil habitantes y con 15 muertes.
Ezequiel Magallón, director del Instituto de Investigación en Salud Pública de la Universidad de Guadalajara (UdeG), explica que el organismo del mosquito transmisor no tiene capacidad de regular su temperatura, por lo que al estar expuestos al calor, su metabolismo se acelera. Esto, asegura, podría explicar que los contagios y las muertes por la enfermedad se hayan disparado.
“Con el calor su ciclo se acelera, si el con tiempo fresco su ciclo duraba dos meses, pues en esta época con lluvia y calorcito, cerca de 28 a 30 grados, se acorta a 12 días, de pasar de huevo a adulto”, dice en entrevista.
Magallón sostiene que las consecuencias del calentamiento global han sido tan evidentes que ciudades como Nueva York, en Estados Unidos, “que se jactaban de que nunca iban a tener dengue, desde 2013 ya tienen dengue, en muchas ciudades europeas decían lo mismo”.
Actualmente, Jalisco es la entidad con mayor número de muertes en lo que va del año, con 20 casos, y una incidencia de 84.06 casos por cada 100 mil habitantes.
Sin embargo, tanto Ruiz como Magallón sostienen que el aumento también se debe a diversos factores que son impulsados por el cambio climático, tales como el crecimiento poblacional, la adaptación del virus o incluso la falta de síntomas en quienes se enferman.
“De llegar a temperaturas mayores a los 2 grados de temperatura media, puede incrementar el 36% el incremento en la frecuencia de lluvia extrema, entonces habrá más exposición a la transmisión del virus”, explica Avelina Ruiz sobre uno de los cálculos del PICC.
En tanto, Magallón detalla que 20% de las personas que tuvieron contagios tiene manifestaciones clínicas, mientras que en el 80%, los síntomas pasan desapercibidos.
“Por eso se están presentando más casos y más hemorrágicos, más muertes porque se está agravando más. Me atrevo a decir que los casos que se están dando están muy por debajo de la realidad”, detalla.
También explica que al mutar, los virus buscan sobrevivir, por lo que una mala alimentación o un abuso de medicamentos puede fortalecerlos.
¿Cómo prevenir más casos y muertes?
Para Ruiz, lo más importante en este y otros temas asociados a la crisis climática pasa por “empezar con una ruta de descarbonización” para no rebasar los 1.5 grados promedio de temperatura global, por lo que los países y empresas deben “replantearse sus compromisos” al respecto.
“En el reporte del IPCC te dice que mitigar a 1.5, o sea no rebasar los 1.5 grados, puede prevenir 3.3 millones de casos de dengue al año en América Latina, comparado al incremento del 3% que es en la ruta a la que vamos”, explica.
Para el caso concreto del dengue, Ezequiel Magallón afirma que no basta con la compra de insecticidas pues señala que lo más importante es reforzar campañas de difusión y prevención.
“Más que los insecticidas, se empezó tarde la campaña, deberían haber empezado con difusión. Lo primero es sensibilizar a la gente. Fue responsabilidad de todos, nos quedamos dormidos”, reconoce. (ANIMA POLÍTICO)
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