TUZANTAN, Chiapas. Un grupo de por lo menos dos mil migrantes, la mayoría centroamericanos y otro de africanos haitianos y cubanos, partió en la madrugada de Tapachula rumbo a la frontera norte del país, el cual fue detenido por la Guardia Nacional en Xochiltepec.
El inicio de la caravana se debió a la desesperación que impera entre los migrantes, pues algunos tienen siete meses, al no obtener la documentación legal que otorga el Instituto Nacional de Migración (INM): la tarjeta (visa) de Visitante Regional por Razones Humanitaria y la tarjeta de residente permanente, reportó Excelsior.
El grupo avanzó hacia el municipio de Huehuetán. Ahí, un grupo de migrantes fue asegurado por elementos del INM. Sin embargo, no llevaron a cabo ningún operativo. Muchos aprovecharon para descansar un poco para luego dirigirse a la cabecera municipal, en Huixtla.
Dos horas más tarde, cuando el grupo arribaba a la comunidad de Xochiltepec, en el municipio de Tuzantán, elementos de la Guardia Nacional y del INM lo interceptaron a la altura del kilómetro 255 de la carretera Tuzantán-Tapachula.
La GN llegó con escudos y toletes a cerrar el paso en la vía federal (tanto para personas como para vehículos) y a rodear a los integrantes de la caravana para evitar que se replegaran.
Un grupo de 200 personas fue asegurado, la mitad del grupo se entregó, otros huyeron al monte y se internaron en Xochitepec; alrededor de 150 personas regresaron a Tapachula.
Irineo Mujica Arzate, representante de Pueblos Sin Fronteras, asociación que acompaña a las caravanas centroamericanas desde sus inicios, hace más de un año, dio a conocer que la policía y INM no permitieron el paso a de migrantes.
SIN DESCANSO
Desde la última caravana que ingresó a México en abril, muchos centroamericanos se disiparon en Tapachula, a la espera de un documento legal de estancia en México.
Muchos acamparon en las calles, invadieron lotes baldíos y casas en obra negra en colonias de la periferia de la ciudad, en donde, incluso, se ha elevado el nivel de delincuencia.
Un migrante de Cuba, quien dijo llamarse Ariel Díaz Domínguez, señaló que tiene tres meses esperando su visa.
“Yo pensaba que México era un país demócrata; debería de ayudar a los migrantes que estamos hace meses en Tapachula, (creí que era un país) que ayudaba a los migrantes, que ayuda a pasar, y no veo nada”, dijo.
Es por ello que decidió irse con la caravana de este sábado.
“No tengo trabajo, no tengo donde vivir y a pesar de que el gobierno sabe que los cubanos no queremos quedarnos en México, no se nos otorga la documentación para seguir legalmente por el país”, afirmó el cubano.
Agregó que la mayoría de los cubanos que están en Tapachula son profesionistas; hay otro grupo similar en Tuxtla Gutiérrez, pero solo tienen la tarjeta de visitante regional.
José Luis García Villagrán director del Centro Dignificación Humana y asesor jurídico de los migrantes africanos dijo que el gobierno federal le había llamado para empezar un proceso de diálogo y, para ello, iban a esperar tres días para que los integrantes de la caravana que se formó ayer recibieran las visas solicitadas. (EXCELSIOR)
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