VA POR TODAS
El primer informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, no tuvo sorpresas dignas de contar.
Fue más bien una recapitulación de acciones y promesas cumplidas, que consumió una hora y media, ante el hastió de los presentes en Palacio Nacional.
Sin embargo, López Obrador, dejó claro que va por el triunfo para Morena en todos los estados y municipios del país.
El mandatario nacional afirmó que la oposición en México, se encuentra moralmente derrotada, y en eso puede que tenga razón.
Una reciente encuesta realizada por un diario saltillense, reporta que el 70 por ciento de la población coahuilteca aprueba el desempeño de AMLO.
Y aunque Coahuila sigue siendo la joya de corona para el Revolucionario Institucional, hay señales que manifiestan el peligroso avance de Morena, merced a la buena imagen de Andrés Manuel.
El próximo año (2019) en esta entidad habrá elecciones a diputados locales, y por ende, la actual paz entre los partidos políticos dará paso al inició de hostilidades electorales.
La luna de miel para la administración estatal, parece que tiene fecha de conclusión en el 2020, pues luego de la elección de legisladores se romperán las lanzas, y seguramente Morena y el PAN, buscaran excusas nimias para denostar al gobierno priista.
Andrés Manuel es un animal político y ya puso en su mira a Coahuila, pues considera que si cae Coahuila, será más fácil someter al PRI nacional.
Y eso, como el informe de este domingo, lo pondrá feliz, feliz, feliz.
Al tiempo.
BON APETIT
El ex gobernador Enrique Martínez y Martínez, acuñó una ingeniosa respuesta cuando en alguna ocasión, se le cuestionó la posible aceptación de una senaduría como premio de consolación, en caso de no llegar a ser candidato a la gubernatura de Coahuila.
−Yo ceno muy bien−, espetó con ironía el político saltillense, dando a entender que su único objetivo era la candidatura a gobernador.
Ahora EMM, parece que cambió sus hábitos alimenticios, en tanto analiza cambiar su filiación política.
Y es que siendo gobernador, Martínez y Martínez era cliente habitual del restaurante Nohemí, de la calle Matamoros, en la capital de Coahuila, al que asistía para degustar el caldo de res.
De un tiempo a la fecha, Enrique acude por las mañanas al restaurante Sol y Luna, de Venustiano Carranza, en Saltillo.
El ex mandatario estatal parece que si antes cenaba muy bien, ahora desayuna mejor, pues cada vez que acude a Sol y Luna, recibe el saludo de los comensales y políticos que asisten al bufete mañanero.
Santo que no es visto, no es adorado.
Autor
- Columnista
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