Con 30 minutos de ejercicio se puede aprender más y evitar la depresión

La actividad física aeróbica produce una proteína en los músculos que se relaciona con el incremento del factor neurotrófico derivado del cerebro, encargado de generar nuevas neuronas

Al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico constante podría ser la diferencia para un adulto mayor entre recordar una dirección o perderse, pero también en personas más jóvenes para padecer o no depresión.

De acuerdo con el Reporte Mundial de Alzheimer, se estima que 46.8 millones de personas padecen algún tipo de demencia en el orbe, de los cuales poco más de la mitad viven en países con economías en desarrollo, como México; una situación que se agravará de manera gradual debido al incremento de la población de adultos mayores.

Los números de la depresión son aún más graves, ya que cifras de la Organización Mundial de la Salud refieren que esta enfermedad afecta a 300 millones de personas de diferentes edades, por lo que entender a este tipo de padecimientos y buscar soluciones es un trabajo al que se han enfocado diversos grupos científicos de todo el mundo.

En el caso del grupo encabezado por Carmen Vivar, investigadora del Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Cinvestav, se ha enfocado en comprobar la valiosa contribución que tiene el ejercicio aeróbico constante.

“Se ha visto que la actividad física tiene beneficios no solo a nivel sistémico, al disminuir la obesidad y a nivel cardiovascular, sino también tiene consecuencias en el cerebro, tanto en el aprendizaje y la memoria, como en la depresión, al conllevar efectos antidepresivos y ansiolíticos”, mencionó la investigadora.

Si bien son conocidos los beneficios que representan realizar una actividad física constante, fue hasta ahora que el grupo por Carmen Vivar, logró determinar cómo el ejercicio contribuye de manera puntual en la neurogénesis (creación de nuevas neuronas) y la neuroplasticidad (adaptación de las neuronas) del hipocampo, región del cerebro donde se llevan a cabo parte del procesamiento de nuevo conocimiento (parte dorsal) y la regulación de las emociones (parte ventral).

Por ejemplo, realizar ejercicio físico, como correr al menos 30 minutos, ayuda a incrementar el número de nuevas neuronas en el cerebro, lo que además genera neuroplasticidad, a partir de que se activa el llamado factor neurotrófico derivado del cerebro.

El grupo de Vivar Estudillo pudo identificar, a partir de un estudio con modelos animales, que al realizar ejercicio el músculo libera una proteína llamada catepsina b, la cual se sabe que atraviesa la barrera hematoencefálica y ayuda a generar más factor neurotrófico derivado del cerebro y, en consecuencia, mayor número de neuronas y neuroplasticidad.

“Estudiamos los circuitos neuronales del hipocampo de los animales debido a que ahí se regulan las emociones y está implicado en procesos de aprendizaje y memoria. En el estudio marcamos a las nuevas neuronas y a las neuronas con las que éstas se conectan y forman una red neuronal, utilizando diferentes vectores virales, y pudimos observar cómo fue significativo el incremento de nuevas neuronas en la región y cómo el ejercicio modificaba la forma en que estas nuevas neuronas se conectaban”, explicó Carmen Vivar.

De acuerdo con la investigadora, uno de los efectos más importantes de la actividad física es que en adultos mayores se ha comprobado, tras un periodo de seis meses a un año de ejercicio aeróbico, la posibilidad de recuperar el tamaño del hipocampo, ya que tiende a disminuir con la edad.

Si bien los resultados de la investigación se orientan a conocer de manera básica, cómo es que contribuye el ejercicio a mejorar la memoria, aumentar la plasticidad neuronal o evitar la depresión, el objetivo es que a partir de estos resultados sea posible diseñar fármacos dirigidos a atender enfermedades neurodegenerativas o emocionales. (CINVESTAV

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Agencias