A LA BÁSCULA

Eficacia en la coordinación

 En más de una ocasión en este mismo espacio hemos platicado usted y yo acerca la terrible y dolorosa época en la que Torreón, la Comarca Lagunera toda, estaba sumida en la peor crisis de inseguridad en toda su historia. Nuestra región estaba considerada como una de las más violentas y peligrosas del mundo, y Torreón apareció durante un par de meses consecutivos como el municipio más violento del país, desplazando en aquel tiempo del nada honroso primer lugar al puerto de Acapulco.

De igual manera lo hemos comentado, que desgraciadamente es poco menos que imposible que volvamos a los estadíos de tranquilidad y seguridad que tuvimos antes de la llegada de la época de la violencia; aunque sí se ha recobrado mucha de la tranquilidad que los grupos delincuenciales nos habían arrebatado a punta de balazos. Impulsados sobe todo desde la sociedad civil, organizaciones integradas en su mayoría por jóvenes, venciendo los medios y temores, fueron recuperando de a poco los espacios públicos, y con ello se retomaron las calles y se recuperó la vida nocturna en nuestras ciudades.

El establecimiento del mando único de La Laguna fue un factor determinante en el apoyo de parte de los gobiernos federal, estatales –de Coahuila y Durango-, así como municipales. Paulatinamente se fue logrando la pacificación de La Laguna, al grado que el modelo implementado aquí, ha sido reconocido por el gobierno federal, el actual y el anterior.

El presidente Andrés Manuel López Obrador durante la única visita realizada a La Laguna en su condición de mandatario, el 28 de diciembre en el Teatro Nazas, entre los anuncios que realizó fue que se mantendría en nuestra región la figura de Mando Único dado el éxito alcanzado en sus resultados, y no sólo eso, sino que el esquema aplicado aquí, serviría de modelo para replicarlo en otros estados y regiones del país.

Hace un par de días en Saltillo, tuvo lugar una importantísima reunión entre los gobernadores de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís; de Nuevo León, Jaime Rodríguez; y de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca; pero en la que además estuvieron por parte del gobierno federal, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo; el General secretario de la Defensa Nacional Crescencio Sandoval González; el Almirante José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina; y Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional, así como los comandantes de las Regiones Militares IV y XI, y de las zonas militares de esta región del país.

El tema es el que ya con antelación habían venido trabajando los mandatarios de las tres entidades mencionadas, en la búsqueda de la coordinación para implementar esquemas de trabajo que permitan combatir a los grupos delincuenciales que operan en la región, y que hasta hace poco tiempo transitaban libremente por los tres estados, particularmente por la franja fronteriza.

Por nuestro estado se desplazaban por ‘La Ribereña’, aprovechando la estrecha franja fronteriza de Nuevo León con su puente Colombia, y que les permitía en cuestión de minutos ubicarse en Tamaulipas, y viceversa. Además, tenían –o tienen, todavía- delineadas brechas casi para su uso exclusivo, para utilizarlas en caso que hubiera operativos o retenes por la carretera mencionada.

Alfonso Durazo destacó los resultados que se pueden obtener y la eficacia de los mismos cuando hay una coordinación, como los que se están dando en los trabajos entre los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, e incluso habló de que este es un modelo para replicar en las colindancias entre estados de otras zonas del país.

El reconocimiento de los trabajos y los resultados de los mismos, estaba implícito en el nivel de los funcionarios que acompañaron a los mandatarios Riquelme, Rodríguez y García Cabeza de Vaca. El responsable de la seguridad pública del Gobierno de la República, ofreció el acompañamiento ‘sin regateos’, además del apoyo económico para el cabal cumplimiento de estas acciones de seguridad. Se definió desde ya, la implementación de un Mando Único regional, cuya responsabilidad le fue asignada en primera instancia al general Enrique Covarrubias López, comandante de la Sexta Zona Militar.

En efecto, como lo subrayó Durazo Montaño, este es un botón de muestra de la eficacia que genera la coordinación entre gobernadores emanados de partidos políticos distintos, y del gobierno federal surgido de otro partido diferente. Aquí hay de todo, priista, panista, independiente y morenista, pero cuando se dejan de lado los colores, las siglas y partidos y se pone por encima la seguridad de los ciudadanos, los resultados siempre serán positivos.

Por ello es inconcebible lo que ocurre en Veracruz, uno de los estados más bellos y violentos en estos momentos, del país, donde los pleitos entre el Gobernador, el Fiscal General y ya hasta metieron al baile al Presidente, no logran avanzar, porque antes que la seguridad de los veracruzanos, se mantienen las diferencias personales y partidistas. Es una pena y una vergüenza. Es lamentable.

 

laotraplana@gmail.com

 

@JulianParraIba

 

 

Autor

El Heraldo de Saltillo
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