Estancamiento del proceso de paz en Medio Oriente genera violencia y amenaza a toda la región: Consejo de Seguridad de la ONU

 (Xinhua/Li Muzi) 

La única vía para reducir esa tensión es un liderazgo capaz y dispuesto a regresar a la mesa de negociaciones por parte de palestinos e israelíes. La alternativa es demasiado horrible para siquiera pensarla, advirtió ante el Consejo de Seguridad el coordinador especial para el Proceso de Paz en Medio Oriente, urgiendo a la reactivación de ese proceso.

La violencia registrada durante el último mes en Cisjordania y Gaza y el punto muerto del proceso de paz entre palestinos e israelíes son parte de una mezcla explosiva que amenaza a todo el Oriente Medio, dijo este martes el coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en esa región.

Nicolai Mladenov advirtió en su informe periódico al Consejo de Seguridad, esta vez por teleconferencia desde Jerusalén, que la única vía para reducir esa tensión es un liderazgo capaz y dispuesto a regresar a la mesa de negociaciones por ambas partes.

La alternativa es demasiado horrible para siquiera pensarla, alertó, urgiendo a los actores involucrados y a la comunidad internacional a reactivar el proceso de paz con base en las resoluciones relevantes de las Naciones Unidas.

Del mismo modo, instó a los líderes palestinos e israelíes a rechazar a los grupos radicales y extremistas.

Un polvorín

Mladenov explicó que la falta de un horizonte político que ayude a resolver el conflicto con la solución de dos Estados sumada a las medidas unilaterales tomadas en el terreno, como la construcción y expansión de los asentamientos israelíes en los territorios ocupados, además de los ataques terroristas, entre otros factores, crean un polvorín que puede estallar en cualquier momento.

El diplomático afirmó que si las partes se alejan del marco de trabajo que supone la solución de dos Estados conviviendo en paz y seguridad, el resultado será una radicalización inevitable que puede inflamar a toda la región.

Gaza

En su informe, el enviado de la ONU señaló que la situación en Gaza sigue siendo muy frágil y que los incidentes de violencia continúan pese a la calma relativa observada en los dos meses pasados.

Citó, por ejemplo, las protestas semanales a largo del alambrado de la Franja, con algunos actos de violencia, y la respuesta de las Fuerzas de Seguridad Israelíes con medios antimotines y con municiones reales. En esos eventos, un palestino murió y 545 fueron heridos, entre ellos 150 niños.

“Israel debe calibrar el uso de la fuerza y usar armas letales sólo como último recurso y únicamente en respuesta a amenazas inminentes de muerte o de heridas graves”, apuntó.

Por otra parte, “Hamas debe evitar el lanzamiento indiscriminado de cohetes y morteros hacia Israel. Tiene que garantizar que las protestas en el alambrado sean pacíficas y debe evitar las provocaciones”, agregó.

Mladenov manifestó alarma por el deterioro del sector de la salud en Gaza, debido principalmente a la falta de recursos y suministros médicos.

En una nota positiva, reportó que ha mejorado el acceso a agua potable gracias a que una nueva planta desalinizadora da abasto a 200.000 personas. La planta fue financiada por Kuwait a través del Banco de Desarrollo Islámico.

Asimismo, informó que en el último mes se incrementó el número de permisos a los empresarios y trabajadores palestinos.

“Aunque estos esfuerzos no son suficientes para cambiar la dura realidad de la vida en Gaza, sirven para disminuir un poco el impacto de las crisis humanitaria y económica que afectan a ese territorio ocupado”, señaló.

En este sentido, llamó a Israel a permitir el movimiento y acceso de bienes y personas desde y hacia Gaza como un primer paso para abrir los puntos de entrada, en línea con lo dispuesto por el Consejo de Seguridad en 2009.

Mladenov concluyó su intervención insistiendo en la urgencia de que las partes tomen medidas tangibles para revertir la trayectoria negativa que ha empeorado el conflicto palestino-israelí. (ONU NOTICIAS)

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Agencias