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Desde varios flancos abrieron fuego el martes contra el coordinador de los diputados panistas y de la Junta de Gobierno en el Congreso local, Marcelo Torres Cofiño.

Como argumento para sustentar los cuestionamientos se utilizó una circunstancia que a lo largo de este año ha sido por demás evidente, la cercanía y el entendimiento del panista con el gobernador Miguel Ángel Riquelme, que para gusto de algunos rebasa la siempre deseable, y hasta exigida, civilidad política para las fuerzas en el poder.

Ante la evidencia de esa cercanía, no son pocos los que han aventurado la teoría de un posible acuerdo entre el gobernador y al menos uno de los grupos del PAN para negociar, repartir posiciones y tratar de acotar el avance electoral de Morena en los comicios del próximo año, y los siguientes.

La sola posibilidad de que hubiera algún acuerdo en ese sentido sería motivo suficiente para incomodar a diferentes actores políticos, que al ver peligrar sus intereses propios pudieran estimular el golpeteo contra Torres Cofiño.

En el acuerdo que algunos analistas y actores políticos esbozan, habría un intercambio en que el PRI cedería alcaldías para asegurar la mayoría en la siguiente Legislatura, y ahí es donde hay quienes se comienzan a incomodar.

Si el PRI se allana en Torreón, sería para despejarle el camino a Torres Cofiño, cuyo proyecto político tiene a la alcaldía como la próxima escala, y eso hay a panistas que no les gusta, comenzando por el actual alcalde Jorge Zermeño Infante, y por el dirigente estatal Jesús de León Tello.

Pero hay también desde luego priistas a los que les late el corazón por Torreón, y que no quieren ser los sacrificados.

Además hay que considerar en el escenario a los actores de Morena, y por lo pronto el diputado federal Diego del Bosque agarró la bandera contra Marcelo, sin descartarse que Luis Fernando Salazar pudiera estar abonando a lo mismo, pero por debajo del agua.

Sin embargo coincide el refuego contra Torres Cofiño –y dicen que en política las coincidencias no existen– con dos hechos ocurridos el martes en el Congreso.

Primero, la renuncia de Benito Ramírez a la bancada de Morena y su declaración como diputado independiente. Hay quienes dicen que Marcelo lo operó, pero en unos pocos meses se sabrá quién se benefició realmente con ello.

Y segundo, el pronunciamiento del propio Torres Cofiño en tribuna demandando que el gobierno federal investigue la megadeuda y la contratación de empresas fantasma en administraciones anteriores en Coahuila.

Visto así, la lista de agraviados con el actuar político de Marcelo Torres es amplia, ¿cuántos de ellos tienen la capacidad de sincronizar una campaña mediática en contra?

Hoy cobra vigencia aquella sentencia del ya fallecido pero bien recordado ex gobernador Don Braulio Fernández Aguirre, decía que con el golpeteo político ocurría como con los perros de rancho, «nada más el primero sabe por qué ladró».

 

            EN SEMANAS ANTERIORES que se hizo evidente la presencia de la senadora Verónica Martínez recorriendo las diferentes regiones de la entidad, surgió la duda de si traería permiso para hacerlo.

Ahora que acompañó al gobernador en la Ciudad de México a reuniones con los titulares del SAT y Aduanas, quedó en claro que le han levantado el castigo.

Hasta hace muy poco a la senadora Martínez la tenían en el congelador, al grado que hasta de algunos eventos oficiales la excluyeron.

 

Y A PROPÓSITO DE LA reunión de Riquelme con la titular del SAT, Margarita Ríos Farjat, según se difundió ahí se puso en claro que en tanto se emite el decreto para la regularización de autos extranjeros, las autoridades estatales deben seguir con los operativos para decomisar los que entraron de contrabando a México.

Y es oportuno que se haya aclarado el punto, pues luego las organizaciones que se enriquecen con la venta de protección a los poseedores de estos autos tratan de continuar su engaño diciendo que hay una tregua, y sería incongruente que se les tenga tolerancia mientras que sí habrá decomisos y sanciones para quienes adeuden derechos y placas de sus autos nacionales.

Sobre el mismo tema, no le falta razón a Tereso Medina cuando se pronuncia en contra de la regularización y señala que será lesiva para la industria nacional.

Tereso como dirigente de sindicatos de la industria automotriz asume esta postura, la pregunta es por qué no se pronunció el año pasado, cuando en mayo los dirigentes de su partido, el PRI, repartieron por toda la entidad grandes engomados, de los llamados parasoles, con la leyenda «este auto será regularizado por José Antonio Meade».

 

EL TECNOLÓGICO DE Monterrey traerá a su campus Saltillo, en septiembre, una exposición itinerante del Museo Memoria y Tolerancia.

Llega esta muestra en un momento más que oportuno, en que testimonios como los que ahí se exhiben deben contribuir a generar sensibilidad social y detonar valores como la tolerancia y la inclusión.

Y es que los lamentables hechos que se vivieron en julio en Saltillo exhibieron los excesos de cuerpos policiacos, pero a ello debemos sumar que en términos generales en la sociedad antes que empatía hay rechazo hacia los migrantes. No se ha alcanzado a dimensionar la tragedia que afrontan y que les empuja a ese peregrinar, por eso es deseable que exposiciones como la que llegará en septiembre toquen las fibras sensibles de los saltillenses.

Autor

Eduardo De la Peña de León