Los Ponys de la Alameda
En esta ocasión te platico de un paseo, del cual muchos de nostros gozamos en nuestra infancia, de un paseo que se daba primero en la ciudad deportiva, pero que en realidad se volvió emblemático en la Alameda, y me refiero a los ponys, sí a lo ponys de la Alameda.
Todo inició con un obsequio que Lorenzo Burciaga Dávila le hizo a su ahijado. Carlos Lorenzo Burciaga Casas. Lorenzo, Lencho, llegó a casa de su mamá, quien se llamaba Francisca, presumiendo el regalo que le había hecho su tío Humberto, de Monclova. Eran dos ponys, de hecho yeguas ambas, madre e hija, que a su vez le obsequió a su sobrino – ahijado. De inmediato pasearon en el patio de la abuela, cuando un chispazo, de repente, tal vez sin saber las consecuencias, Carlos Enrique, el papá de Carlitos le dijo a su esposa, la Profra. María Isabel Casas, vamonos a la deportiva a pasear niños. La maestra respondió con un, ¡pues vamos! Y así, tan rápido, comenzó la historia, la tradición y los paseos en pony.
Las primeras yeguas fueron la mamá, de nombre Susy, y la hija, La Paloma. Después llegaron más, hasta llegar a tener 32, los cuales desde el 20 de noviembre de 1985, después de 4 años en la ciudad deportiva, se mudaron a la alameda para dar servicio, entretenimiento y paseo a los niños y niñas Saltillenses.
La primera cuota por vuelta fue de 50 centavos, llegando a dar servicio, entretenimiento y diversión hasta a 800 pequeños por día en esta hermosa ciudad de Saltillo.
La familia Burciaga Casas estaba tan convencida del negocio, que decidieron vender su camioneta pick up para invertir el dinero en los ponys, y durante un buen tiempo, el transporte utilizado por ellos fue una carreta jalada por los mismos ponys, carreta llamada express.
La Susy, la Paloma, la Palomilla, la Palomita, el Machalote, el Ahumado, el Pintito, el Coloradillo, la Ojos Azules, la Española, el Rosinante, el Gitano, el Chivo, el Zacatecano, los cuatro Chocolates, el Porfirio, el Borrego, la Bombona, el Tito, el Fotográfo, la Thalía, el Palomo, el Chimbombo, el Tapatío, la Gringa, la Golondrina, el Llanero, el JR y el Negro, fueron los ponys, que durante años, y muchos paseos, lograron dar diversión y entretenimiento a muchas niñas y niños Saltillenses.
La familia Burciaga Casas comprendió el crecimiento, el desarrollo y la evolución de nuestra hermosa ciudad de Saltillo, por lo que el 17 de marzo del 2010, el Palomo dio la última vuelta de paseo infantil por la Alameda Zaragoza.
Que bonitos recuerdos, que grato es recordar, aquellos momentos, aquellos paseos, en nuestra Alameda. Definitivamente los ponys de la Alameda, son algo muy de Saltillo que vale la pena recordar.
Autor
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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